. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Martes 29 de Junio 2010-Ávila y Salamanca

jueves, 26 de agosto de 2010

Martes 29 de Junio 2010-Ávila y Salamanca


Aunque en Ávila capital hay más de 200 lugares interesantes que visitar, entre ellos iglesias de todos los estilos desde el románico, casas señoriales, palacios, conventos, monasterios, puentes, molinos, batanes, restos romanos, restos árabes, fuentes ornamentales, etc.. La falta de tiempo nos hizo tener que elegir y nosotros escogimos los que mostraré a continuación:

El primer lugar que visitamos tras el desayuno fue el Convento de Santa Teresa. El convento fue edificado básicamente el siglo XVII, sobre su casa natal. La iglesia es de trazos barrocos, y en su interior recoge obras de Gregorio Fernández.
El museo dedicado a Santa Teresa, en la cripta, es la mejor guía para seguir sus huellas por Ávila aunque nosotros no lo visitamos.


Catedral, puerta principal.


Un corto paseo nos llevó a la Catedral, el más poderoso de los templos de Ávila, iniciada en el siglo XII, en románico final, y continuada en el incipiente gótico de aquella temprana época siendo probablemente lo primero que se vio de gótico en Castilla. La iglesia mayor de la ciudad es una lección viva de arquitectura medieval.
Dedicada a San Salvador, su emplazamiento nos recuerda la vinculación del poder temporal y espiritual y especialmente su estrecha relación con la muralla que determina su carácter de fortaleza.
Desde el exterior tiene el inconfundible aire de fortaleza y escasa referencia religiosa, de tal forma que el propio edificio se inserta en las mismas murallas.

Se aprecia la muralla incrustada a la Catedral.

La portada principal, reedificada en el siglo XVII, no es la más interesante, este “privilegio” recae sobre la puerta norte o de los apóstoles, del siglo XIII, y que ocupó, hasta el siglo XV, un lugar en la portada occidental.

Puerta Norte o de los Apóstoles.
Asombra también en el interior la robustez constructiva. El retablo de la capilla mayor tiene pinturas de Berruguete y Juan de Borgoña. Tras el altar mayor está el célebre Sepulcro de El Tostado, excelente panteón de alabastro de un obispo-escritor abulense. Es obra de Vasco de la Zarza.

Interior de la Catedral.
En el museo de la catedral hay orfebrería, una custodia de Juan de Arfe y algunas pinturas, entre ellas un Greco.

Izan frente a la Catedral.

Frente a la catedral, en el solar que ocupó el viejo Palacio Episcopal, se encuentra uno de los edificios más significativos y desconocidos de la ciudad, el Episcopio, que debió ser una antigua sala de Sínodos y que algunos autores han identificado como Palacio del Rey Niño. Su construcción está directamente relacionada con la de las murallas y la de la catedral. Es el edificio románico más antiguo de la ciudad.

Episcopio.

A escasos metros de la Catedral, fuera del recinto amurallado, visitamos la basílica de San Vicente, de bella piedra rosada que fue edificada desde los siglos XI al XIV, sobre el lugar donde la tradición fija el martirio de tres hermanos en el siglo IV, Vicente, Sabina y Cristeta. Esta basílica es el gran modelo del románico abulense.

San Vicente desde la muralla.
En el exterior se aprecian elementos góticos y románicos, destacando la portada principal, tal vez obra de Fruchel, quien inició las obras de la catedral. La portada occidental y la cornisa meridional con una rica y variada iconografía constituyen lo mejor de la escultura románica del templo y de la ciudad.
Portada principal.
Interior con planta de cruz latina con tres naves. Los pilares son de cruz griega con semicolumnas en las cabezas. La cripta consta de tres capillas, correspondientes a los tres ábsides de la iglesia, son esencialmente románicas y tienen los mejores capiteles del monumento. Son destacables los capiteles historiados de la capilla mayor, y el sepulcro de los mártires (narra la historia de los santos San Vicente y sus dos hermanas), del entorno del XII y con bellos relieves. Sus cuidadas proporciones convierten a este templo en un ejemplo único del románico hispano.

Interior de la cúpula.

Sepulcro de los Mártires.
En San Vicente son especialmente interesantes las restauraciones, no en vano es el primer edificio español restaurado de acuerdo a criterios restauradores.

Tras la visita a San Vicente, retrocedimos sobre nuestros pasos para subir a las murallas. Se afirma que las murallas de la ciudad de Ávila son las mejor conservadas de España (el mejor ejemplo de arquitectura militar del románico en España y modelo único de la arquitectura medieval europea), el monumento que mejor identifica a la ciudad y un referente obligado para comprender una ciudad de la que fueron defensa militar, cinturón sanitario, frontera fiscal y soporte de otras arquitecturas. La imagen de la ciudad medieval viene configurada por sus murallas, que en el caso de Ávila son mucho más que una representación simbólica, es el monumento que la explica y la configura.

Se dice que están basadas en el recinto defensivo romano. De hecho, en el tramo que va del ábside la catedral a la puerta del Alcázar, calle de San Segundo, se aprecian numerosas piedras de época romana (aunque esa parte de muralla no la recorrimos, pues carece de ascensor para el carrito del bebé).

Izan, Joel, Ibana, Yolanda y yo en la muralla frente a la Catedral.
En general se puede decir que es una muralla románica, pero también se pueden ver –sobre todo en las puertas- intervenciones góticas y renacentistas.

Tiene unos 2,5 kilómetros de longitud. Si el viajero quiere hacer el recorrido completo contemplará 88 torres, nueve puertas (del Alcázar, Peso de la Harina, San Vicente, el Mariscal, del Carmen, San Segundo, de la Malaventura, de la Santa o Montenegro, del Rastro), tres portillos, y algún añadido palaciego, el ábside de la catedral y una humilde espadaña que coronan –como muchas de la zona- las cigüeñas.

Las murallas de Ávila.
Tiene forma rectangular, con sus lados norte y sur más largos que los otros dos. Sus puertas más airosas están en el frente este. Una es la del Alcázar, llamada así porque era el acceso a la fortaleza que ocupaba aquella esquina de la ciudad murada. La otra gran puerta es la de San Vicente.

En nuestro paseo aprenderemos que sus muros se adaptan a la topografía del terreno, que sus lienzos y torres se elevan en las zonas más llanas, y se hacen más pequeños cuando el terreno es más accidentado. Los frisos de esquinillas, las cenefas de ladrillo nos enseñan que en su construcción intervinieron alarifes mudéjares y moriscos. Muros, almenas y cubos nos hablan de las reparaciones y restauraciones que a lo largo de su historia han sido necesarias para su conservación.

Más murallas.
Cuando bajamos de las murallas, ya casi era la hora de comer, así que tras unas pocas compras nos dirigimos al restaurante que nos habían aconsejado en el hostal a probar el famoso chuletón de Ávila.

Después de comer, y ya en coche, fuimos al monasterio de Santo Tomás. En este edificio, del S. XV, residieron temporalmente los Reyes Católicos, más concretamente para veranear. Es otro de los importantes centros de historia y arte de la ciudad de Ávila.
Construido en sólo 10 años, tiene el discutible honor de haber sido sede de la Inquisición en sus días más negros. Cuenta con varios claustros, una iglesia, de amplia nave, y dependencias conventuales y palaciegas.

Monasterio de Santo Tomás.

Entre los elementos de interés está el retablo del altar mayor, con trabajos de Berruguete, la sillería, de nogal, y el sepulcro del príncipe Don Juan, de mármol, debido a Doménico Fancelli, y donde están los restos del hijo de los Reyes Católicos.

En el monasterio se puede ver un museo de Arte Oriental, con bastante obra de China, Japón y Filipinas: marfiles, porcelanas, etc.
Lamentablemente estaba cerrado cuando llegamos, así que nos fuimos a nuestro siguiente destino, Salamanca, más concretamente al camping Don Quijote (+34 923209052) situado en la carretera Salamanca-Aldealengua, Km. 1,930 en Cabrerizos. Allí pasamos las siguientes 3 noches en una cabaña de madera para 5 personas por 80€/noche. Como llegamos cansados, deshicimos las maletas y nos fuimos a refrescar a la piscina. Más tarde la cena y a dormir.
Nuestra casa en Salamanca.

De relax en la piscina de los peques.

3 Comments:

Mi Rincón Virtual said...

Bueno tu blog y muy completo en tus descripciones, me hago seguidora del,y te mando un saludo desde tenerife, mi blog en:

http://www.mirinconvirtual09.blogspot.com/

Una bloguera,
Mi Rincón Virtual

Mar said...

Que bien, venía de leerme el recorrido por Ciudad Rodrigo (donde vivo ahora) y me encuentro con que también pasaste por Ávila, donde nací). Me gustan tus viajes, te sigo!

Hector Arenós Marco said...

Gracias a los tres por escribir.
Mar, que casualidad lo de Ciydad Rodrigo y Ávila. Me alegra que te gusten nuestros viajes...