. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Sudeste asiático en familia. Camboya. Beng Mealea y Grupo Roluos. Parte 25.

lunes, 19 de febrero de 2018

Sudeste asiático en familia. Camboya. Beng Mealea y Grupo Roluos. Parte 25.

No excesivamente lejos del poblado flotante Kompong Khleang, a una hora y cuarto más o menos (50 km.) tenemos las ruinas de Beng Mealea, el templo perdido, a unos 70 kilómetros de Siem Reap.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Beng Mealea.
Templos de Angkor, Beng Mealea.
Este templo se paga a parte, 5$USA.
El camino en tuk tuk a Beng Mealea es largo, casi 2 horas así que si no vais en coche o van, como en nuestro caso, tendréis que contar con ello. Si os decidís, sea de una forma u otra, aprovechad porque por el camino iréis viendo la auténtica vida rural camboyana, sus casas, su forma de vida…

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Está a unos 70 kilómetros de Siem Reap.
Templos de Angkor, Beng Mealea.
Uno de los templos menos restaurados.
Una vez en Beng Mealea, pagamos la entrada de 5$ por persona (excepto los menores de 12 años, que entran gratis), ya que este templo no entra en el pase del resto de los templos.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Construido en el siglo XII.
Templos de Angkor, Beng Mealea.
La jungla devoró el templo.
Construido por mandato de Suryavarman II, allá por el siglo XII, presenta características muy similares a la arquitectura de Angkor Wat, aunque, a diferencia de este santuario, se hallan distribuidas en un solo nivel horizontal, pero esto es sólo una suposición, ya que la historia del templo es desconocida y sólo ha podido ser datado por su estilo arquitectónico.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Ese estado de destrucción lo convierte en mágico.
Al igual que prácticamente la totalidad de templos de Angkor, este templo estaba resguardado por un foso, hoy casi seco, de 1.200x900 m. de longitud y 45 metros de ancho.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Tres días es el mínimo para ver los templos de Angkor.
Estamos ante uno de los templos de Camboya que más ha sufrido la acción invasora de la jungla, pues sus ruinas están prácticamente sin tocar, en un caótico estado donde a los amontonamientos de sillares y cascotes, que hacen casi imposible la circulación por su interior, hay que añadir la espesa maraña de vegetación que todo lo cubre, y que hace muy difícil la identificación e interpretación de los distintos componentes del edificio.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
En el interior del templo hay plataformas de madera
 para que podáis observarlo de forma segura.
Es fácil que os perdáis por este laberinto de patios y de oscuros corredores semiobstruidos por escombros y atenazados por las raíces de los ficus, que estrangulan con sus tentáculos los muros, bóvedas, dinteles de las puertas y celosías de las ventanas.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Merece la pena desplazarse hasta aquí.
Es eso lo que hace especial a Beng Mealea, además de tener muchísima menos gente, la casi nula restauración de sus piedras.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Los árboles se comieron el templo.
La entrada principal de Beng Mealea se orienta hacia el este, pero tiene caminos de entrada desde los otros tres puntos cardinales.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Beng Mealea tiene cuatro entradas.
Su diseño consistía en tres recintos en galería alrededor del santuario central, que hoy día se encuentra colapsado.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Cada templo tiene su razón para ser visitado.
La galería del templo, que forma parte del recinto exterior del templo, mide 181 m por 152 m.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Beng Mealea.
La sensación que tienes en el templo es indescriptible… el silencio, el sonido de la selva camboyana que te invade por todas partes, la humedad que hará que no paréis de sudar...no podréis cerrar la boca, perplejos y alucinados ante este lugar mágico.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Cuidado, hay muchas serpientes por aquí.
Como consejo, a parte de no ir trepando por las ruinas porque es peligroso, os diré que Thorn nos dijo que fuéramos con cuidado porque el recinto está plagado de serpientes, aunque para vuestra tranquilidad os diré que no vimos ninguna, así que mejor no mover ninguna piedra, ya que las que hay son muy venenosas.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Estar destruido lo hace también interesante.
La visita la haréis bordeando el recinto exterior del templo hasta un punto en el que podréis coger dos caminos, o seguir bordeando el templo, donde, más o menos veréis lo mismo durante todo el perímetro, o entrar en el interior de Beng Mealea.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Interior de Beng Mealea.
Yo os recomiendo entrar, porque además de adivinar cómo era este templo, veréis en primera persona cómo la jungla se ha comido todo lo que había a su paso, destrozando muros, suelo, puertas y ventanas.

Templos de Angkor, Beng Mealea.
Se puede apreciar la naturaleza dentro del templo y las pasarelas de madera.
Estas vistas sólo son posibles gracias a la construcción de pasarelas de madera sobre las ruinas de Beng Mealea, de lo contrario sería un peligro para los turistas.

Siem Reap, Camboya.
Izan con unos búfalos de agua.
Después de sentirnos como Indiana Jones o Lara Croft era hora de comer, y después llegamos a los templos llamados Grupo Roluos, los restos de la primera capital, a poco más de una hora de Beng Mealea, ya cerca de Siem Reap.

Siem Reap, Camboya.
Mercado camboyano.
Se denomina Grupo Roluos a un conjunto de templos primitivos, acompañados de estanques y canales, que constituirían la primera capital de un rey jemer (Indravarman I) asentada en el territorio de Angkor, en lo que hoy es el poblado de Roluos, 12 km al este de Siem Reap.

Siem Reap, Camboya.
Restaurante local.
Aunque sean los templos más antiguos de Angkor, sorprende en estas primeras construcciones el grado de refinamiento que habían ya alcanzado sus artífices, tanto en la estructura arquitectónica como en su decoración escultórica, realizada sobre piedra o mortero.

Grupo Roluos, Preah Ko.
Estatuas de toros Nandi.
El primero de los visitados fue Preah Ko, cuya traducción literas es "Toro Sagrado", construido en 879 d. C., bajo Indravarman I. El nombre de este templo proviene de las tres estatuas exentas de toros Nandi que hay colocadas frente a cada una de las entradas de los tres prasats principales.

Grupo Roluos, Preah Ko.
Grupo Roluos, Preah Ko.
Indravarman I promovió también la construcción, en 877, de un gran estanque para garantizar el suministro de agua a la zona, llamado Indratataka (o 'Estanque de Indra'), inaugurando de este modo la era de las grandes obras de ingeniería hidráulica que constituyeron, al decir de los estudiosos, la clave de la extraordinaria prosperidad que alcanzaría Angkor.

Grupo Roluos, Bakong.
Grupo Roluos, Bakong.
Tras este, le llegó el turno a nuestra última visita en Camboya, un templo situado a 500 m. al sur de Preah Ko y construido un par de años después por el mismo rey, Indravarman I, en el 881 d. C., estoy hablando de Bakong, fue el templo más grande y más complejo de todos los erigidos hasta aquella fecha por los reyes jemer.

Grupo Roluos, Bakong.
Vistas desde lo alto de Bakong.
Estamos ante un prototipo del 'templo-montaña con forma piramidal escalonada de cinco gradas en cuya cúspide se eleva la torre del santuario central, simbolizando el monte Meru, ombligo del mundo para los jemer, cercado por una muralla rectangular a su vez circundada por un foso cuadrangular de unos 800 m. de lado, que simbolizaba el océano que rodea el mundo. Fue la primera vez que se excavaron fosos alrededor de un santuario.

Grupo Roluos, Bakong.
Construida en el 881 d. C.
Aunque su infraestructura es de ladrillo, fue totalmente recubierto por sillares de arenisca. En las esquinas de las tres primeras gradas de la pirámide escalonada central se levantan hermosas estatuas de elefantes: un elefante en cada esquina, mirando a la jungla que se extiende a sus pies. Sobre la plataforma de la cuarta grada se elevan doce torres de piedra, que antaño albergaban otros tantos lingas, con las puertas verdaderas orientadas al este, y una puerta falsa en cada una de las restantes caras.

Grupo Roluos, Bakong.
El prasat central es del siglo XII.
El prasat central, del siglo XII, es una esbelta torre con un techado a cuatro niveles de perfil muy recortado, que exhibe el habitual juego de frontones en disminución, remates de acróteras y antefijas, y una flor de loto en el vértice. Recuerda poderosamente a las célebres torres centrales de Angkor Wat, y de hecho la torre se levantó en esa misma época sobre otro prasat primitivo.

templos de Angkor.
Imagen típica en muchos de los templos de Angkor.
Horas más tarde, después de descansar un rato en el hotel, recoger y guardar el equipaje y darnos un chapuzón en la piscina, Thorn nos recogió para llevarnos al aeropuerto...llegaba el momento de despedirnos de Camboya para llegar a un nuevo país...¿cuál será?...

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