. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Miércoles 27 de Abril 2011-Día 4-Sicilia

viernes, 13 de mayo de 2011

Miércoles 27 de Abril 2011-Día 4-Sicilia

Al igual que el día anterior, no bajábamos del barco hasta las 13:00 horas, por lo que la mañana la dedicamos a descansar.

Mapa de Sicilia.
Después de comer, tocamos por fin tierras italianas, más concretamente atracamos en Trapani, en la isla de Sicilia, donde un autobús nos trasladó en más o menos 30 minutos a Segesta.


El templo de Segesta desde el aparcamiento.
Situada en medio de un paraje eminentemente rupestre, la antigua ciudad griega de Segesta parece tutelada por los rebaños de pastores.

Izan en los aledaños del templo.
¿hace falta explicar que es esto?
Paisaje divisado desde el templo.
Cuenta la leyenda que la antigua capital del pueblo elymi fue fundada en las colinas verdes y onduladas de la zona de Castellammare del Golfo a manos de los refugiados de Troya. Segesta mantuvo combates constantes con Selinunte y sufrió frecuentes ataques. Sin embargo el majestuoso templo dórico sobrevivió al saqueo y a la destrucción de la época; hoy permanece erguido y solitario en un promontorio frente al monte Barbaro. Dicho templo, construido en el s.V a.C., posee 36 columnas que soportan los frisos dórico con metopas y triglifos, y unas medidas de 61×26 metros de largo. La falta de elementos arquitectónicos en el interior del mismo hace pensar a los arqueólogos que la construcción se vio interrumpida por la guerra con Selinunte. Es uno de los templos griegos mejor conservados. La entrada al recinto del templo cuesta 6€, pero yo si fuera vosotros intentaría "acoplarme" a algún gran grupo de gente y entraría sin ticket, pues nadie nos pidió el mismo y podríamos haber entrado gratis.

Yolanda e Izan frente al templo.
Como íbamos justos de tiempo, tras la visita al templo nos dirigimos a Erice, sin más tiempo para visitar el resto de Segesta. No obstante, os dejo unas líneas sobre lo que no pudimos ver por si a alguien le interesara...

 Madre e hijo en el acceso al templo.
El templo de Segesta.
La ciudad de Segesta se construyó más arriba, en lo alto de la montaña, donde yacen hoy las ruinas de algunos edificios y un teatro bien conservado del s. IIIa.C., en cuyo escenario se representan tragedias griegas clásicas en veranos alternos. El semicírculo de 63m. de diámetro excavado en lo alto del monte Barbaro posee una curiosa orientación del escenario, hacia el norte en contra de lo habitual en los griegos, lo que puede deberse a las vistas sobre el mar y las montañas. El Teatro es también uno de los mejores conservados en Sicilia.


Justo encima de Trapani, a casi 1.000 metros de altura se encuentra nuestro segundo destino dentro de Sicilia, Erice (pronunciado eriche). Esa altura más la niebla y el viento hace necesario e imprescindible la manga larga incluso en verano, y en invierno ropa de abrigo.

Plano de Erice.
La esplendorosa Erice encaramada en lo alto del Monte San Giuliano, es una hermosa y antigua ciudad que reúne muchos rasgos sicilianos, urbanismo normando y organización árabe. Siguiendo un plano triangular, la ciudad ha mantenido su carácter medieval en sus elementos arquitectónicos: calles empedradas, bellas murallas, casas de piedra con portales decorados, plazas pequeñas y espacios abiertos con numerosas iglesias.

 Callejeando por Erice "bajo" la intensa niebla.
Si la niebla lo permite (casi todos los días esta cubierta por la niebla. Si ese es el caso creo que es mejor no subir), y los ojos se esfuerzan, la vista desde lo alto de Erice, permitirá alcanzar Túnez o el Etna, este no fue nuestro caso, tal y como podéis comprobar en las fotos. Sin mirar tan lejos Trapani se abre al mar en las faldas de la montaña, pero nosotros tampoco pudimos divisarlo. Y por el otro costado Valderice, el valle que se abre hacia el golfo Castellammare, más de lo mismo, con niebla imposible. No tenemos vídeo de Erice porque no se veía ni a dos metros. De haberlo sabido hubiéramos preferido quedarnos en Trapani.

Trapani desde Erice si la niebla no lo impide como a nosotros.
Calles medievalesempedradas.
Las empinadas cuestas os harán trasladarse con la imaginación al Medioevo. Las angostas callejuelas son como un laberinto de postales vivientes. Visitamos muchos sitios (exteriores) como la Piazza Umberto, Iglesia Santa Maria della Asunta, Museo Cordici, Castillos Pepoli, Castillo de Venere, Piazza San Doménico, iglesias de San Giuliano y San Martín, entre otros, pero no pudimos apreciar la belleza de casi ninguno de ellos. Pese a ello, os dejo unas líneas de lo más importante de este bello pueblo medieval italiano.

La iglesia de la Anunciada (1314) está cerca de Puerta Trapani. Fue construida por voluntad de Federico de Aragón en el siglo XIV con finalidad defensiva como se puede ver de su forma sólida y de las almenas que la decoran. Desde el campanario cuadrangular de tres pisos, con monoforas en el primero y ajimeces en el los demás, se podía controlar el golfo de abajo, pues fue construido como torre vigía.

La niebla tapaba la catedral, así que he buscado una foto en la red.
El exterior se ha modificado muchas veces y del estilo originario sólo quedan las dos puertas. El maravilloso florón hoy es escondido en parte por un porche añadido un siglo más tarde. El interior de estilo neogótico dieciochesco es dividido en tres naves por pilares sustentados por bóvedas de crucería. En las naves laterales hay muchas capillas de diferentes épocas.

Museo Comunal “Antonio Cordici” - Situado en el interior del Ayuntamiento en plaza Umberto I, el museo guarda restos arqueológicos, estatuas y telas. Merecen particular atención el grupo escultórico de la Anunciación de Antonello Gagini (1525) y una pequeña Cabeza de Venus Ericina en marmol. La calle en frente del museo, Via Cordici, llega hasta la Plaza de Santo Domingo delimitada por la homónima calle y edificios estupendos.

Puerta de un edificio.
Castillo de Venus - En la extremidad sur-oriental del monte y con una vista muy bonita sobre el mar y la llanura de abajo está el Castillo de Venus que en su forma actual data de la época Normanda. Pero su historia empezó mucho más tiempo atrás, cuando Eneas construyó en este lugar un templo y lo dedicó a su madre Venus. Desde entonces el culto de la Venus Ericina se difundió en todo el Mediterráneo.

En época normanda se construyó sobre las ruinas del templo, con sus mismas piedras, una fortaleza ceñida de una muralla muy poderosa y protegida por las Torres del Balio que comunicaban con el castillo a través de un puente levadizo. La aspillera sobre la puerta de ingreso enriquecida por el blasón de Carlos V de España y por una estupenda ajimez confirma su carácter defensivo.


Foto d"robada" del castillo de Venus.
Jardín del Balio - El jardín del Balio circunda el Castillo de Venus y las Torres del Balio, construidas en época normanda para defender el castillo. El nombre de las torres y del jardín proceden del nombre del gobernador normando, llamado “el bajuolo”, que vivía allí. El panorama tanto hacia el Monte Cofano como hacia Trapani y las Egadi es maravilloso.

Muralla Elimo-púnica - La poderosa muralla elima (siglos VIII-VI a.C.) ciñe el lado noreste de la ciudad, el único que era expuesto a posibles ataques y mide unos 700 m. A los bloques más antiguos de la parte baja se añadieron en las épocas siguientes unos bloques más pequeños para alzar la muralla que tenía torres de avistamiento, un recorrido muy estrecho y pequeñas aberturas para el paso de las personas y tal vez de provisiones. La parte que se ha conservado mejor es la que está a lo largo de Via dell’Addolorata, desde Puerta Carmine hasta Puerta Espada.


Iglesia de Santa Orsola - Construída en 1413, la Iglesia de Santa Orsola sigue guardando en la nave principal la estructura originaria a bóvedas de crucería con nervaduras. Allí se guardan los grupos escultóreos de los Pasos (siglo XVIII), llevados a hombros en procesión el Viernes Santo.

Es posible utilizar el teleférico para llegar a Erice desde Trapani. Para más informaciones: www.funiviaerice.it

Las suntuosas pastelerías de las calles de Erice son famosas por la elaboración de dulces de almendra y mazapán que antiguamente sólo se elaboraban en el convento.
Otro producto típico de Erice son las Frazzate, alfombras artesanales confeccionadas por mano de obra local.
Erice, pese a esa molesta niebla, es tremendamente turístico y está repleto de tiendas de souvenirs, hoteles y restaurantes.

A las 17:30 nos dejaron frente al barco, en el puerto de Trapani, pero como éste está casi dentro de la ciudad, nos dio tiempo a pasear un poco por sus calles, una hora aproximadamente, por lo que no pudimos conocer todos los monumentos importantes de esta ciudad de Sicilia.

Plano de Trapani.
La ciudad de Trapani, de poco más de 70.000 habitantes en la actualidad, se construyó en un promontorio estrecho y torcido (de ahí el nombre, que deriva de la voz griega trepane, hoz) que se adentra en el mar frente a las islas Égades.

Panorámica de Trapani desde el barco.
Catedral de San Lorenzo.
En la foto, la punta extrema de la ciudad; entre dos mares, el Tirreno y el Mediterráneo, por donde pasaron griegos, árabes, normandos y españoles dejando cada uno su aportación, su influjo… Aquí, se conjuga una mezcla de Románico, Barroco, Liberty… que se materializa en sus señoriales palacios, las fachadas de sus iglesias y cualquier otro edificio de su casco antiguo. Otro vestigio de la presencia española: Las procesiones del Viernes Santo, muy similares, a las de cualquier ciudad de España como la procesión de la Addolorata, la antigua Drepana, denominada así por los griegos por su la forma de hoz donde se asentaba el asentamiento.

Fuente frente a la iglesia de san Agustín.

Torre del Reloj.
Iglesia de San Agustín.
Palacio Senatorial.
En nuestro corto paseo sólo pudimos ver los exteriores de la Catedral de San Lorenzo, que se construyó en el siglo XVII sobre un precedente edificio del siglo XIV; la Torre del Reloj, del siglo XII situada en una de las calles más atractivas de la ciudad; junto a esta torre, el Palacio Senatorial, donde se encuentra el Ayuntamiento de Trapani .Si nos fijamos en la foto, podremos ver su magnífica fachada barroca en dos niveles con columnas y dos grandes relojes. En la parte superior y en el centro la estatua de la Madonna de Trapani, de gran veneración. A su lado, S. Giovanni y S. Alberto, patrono de la ciudad; y por último la Iglesia de San Agustín, del siglo XVIII donde destacaría su rosetón, de arcos empotrados cruzados.

Uno de los edificios frente al puerto.
Eso fue todo, pues a las 18:30 teníamos que subir a bordo, asearnos y cenar, pues teníamos el primer turno (20:00h.). Después de cenar nos lo pasamos en grande con la actuación del mago Roberto Varas, que tenía tanto de mago como de cómico. Prontito ese día a dormir porque al día siguiente tocaba madrugar bastante.

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