. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: marzo 2010

martes, 23 de marzo de 2010

Jueves 11 de Febrero de 2010, Meknes-Volubilis-Mulay Idriss-Meknes



Me levanté el primero así que fui el "encargado" de despertar a Ricky y a Fito. Habíamos quedado a las 9 en la plaza el-Hedime con Eli y Iolanda además de con el taxista que nos trajo desde la estación de ferrocarril. El precio pactado el día anterior fue de 300 dh. o sea 50 dh. por persona por llevarnos hasta las ruinas romanas de Volubilis, el cercano pueblo Mulay Idriss y volver a Meknes a mediodía.

Antes de eso nos duchamos, pasamos las maletas a la "habitación de guarda maletas" y de camino nos zampamos un pastel marroquí cada uno. Bueno, más que un pastel era un trozo de mese con azúcar por encima, relleno de nocilla, por menos de 5 dh.

domingo, 14 de marzo de 2010

Miércoles 10 de Febrero de 2010, Fez-Meknes


Como ya conté en el relato del Martes 9 de Febrero, había quedado con un chaval que el día anterior me había dejado colgado, así que tras desayunar esperé un rato frente a la puerta del hotel. Minutos después salieron dos jóvenes con pinta de paisanos, y les pregunté si iban a visitar la medina, por si les interesaba compartir guía.

Mientras hablábamos y nos presentábamos (se llaman Fito y Ricky) pasaban los minutos, y como el chico no venía, decidimos no esperarlo.

jueves, 4 de marzo de 2010

Martes 9 de Febrero de 2010, Fez-Sefrou-Fez


Me desperté temprano, más o menos sobre las 7:30, así que cogí mis apuntes y planeé lo que iba a ver ese día. Me compré algo para desayunar y me tomé un zumo de naranja (3 dh) mientras esperaba al chico que me iba a hacer de guía, pero como pasaba de la hora y no venía, decidí ir por mi cuenta.

En primer lugar, hay que decir que la medina de Fez el-Bali es una de las mayores y más fascinantes del mundo. Aquí parece que el tiempo se ha parado hace mil años, sin dejar que la influencia occidental penetrara.
Empecé al lado del hotel, en la puerta Bab Boujeolud y tomé como punto de referencia las dos calles que salen de aquí: Tala kebira y Tala el-Sghira, que atraviesan la medina casi paralelas para unirse más adelante al llegar a la mezquita de Karaouiyine.