. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Escapada de un día a Tarragona y el Delta del Ebro

viernes, 19 de abril de 2013

Escapada de un día a Tarragona y el Delta del Ebro

Aprovechando nuestra presencia en el próximo #TBMCatSur o TravelBlogger Meeting de Cataluña Sur en Tarragona a mediados de Mayo, he decidido contar nuestra experiencia en esa ciudad y en el delta del Ebro de hace 10 años justo este mes de Abril.

Un Sábado de Abril de 2004, decidimos madrugar para pasar visitar el conjunto monumental romano declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO de Tarragona, a solo 2 horas en coche de Castellón, donde residimos.

La escapada la hicimos junto con unos amigos, Jesús y Sali y lógicamente sin niños, pues Izan no nacería hasta un par de años más tarde…así que madrugamos para estar antes de las 10:00 en Tarragona.

Pont del Diable o Acueducto del Francolí.
La primera parada del día fue en el famoso Pont del Diable, un fragmento de una larga canalización para traer agua a la ciudad desde el río Francolí. El agua se captaba en la zona del Rourell, a 92 metros sobre el nivel del mar, y se conducía durante más de diez kilómetros a través de las distintas canalizaciones y acueductos de varias medidas. Mide unos 217 metros de largo, un máximo de 27 de alto y casi 2 metros de ancho, la hilada superior tiene 25 arcos y la inferior 11, con 5,90 metros de luz. Se construyó en el siglo I con grandes sillares colocados en seco, que forman una doble línea de arcadas.

El Pont del Diable está situado en las afueras de Tarragona, junto a la autopista A-7, al Oeste de la misma en dirección Barcelona.

Yolanda, Sali y Jesús frente al acueducto.
Con el nombre de Paseo Arqueológico es como se conocen las murallas romanas de la ciudad, donde aparcamos el coche. Fue levantada entre el 217 y 197 a. C. y tenía una altura de 6 m. y un grosor de 4,5 m. De la antigua configuración, de 4 km. de longitud en el s. III, solamente queda en pie la zona de la parte alta. Ésta consta de varios tramos de muralla y tres torres: la del Cabiscol, la de Minerva y la del Arzobispo. La de Minerva es la más típicamente romana, mientras que la del Arzobispo sufrió modificaciones durante la época medieval.

Un corto paseo nos llevó hasta el Circo de Tarraco (nombre romano de Tarragona), que data del siglo I y es uno de los mejor conservados del mundo.

Situado dentro del casco antiguo de la ciudad, fue la única visita que hicimos. El Circo tenía unas dimensiones de 325 m. de largo por unos 115 m. de ancho. En él se celebraban carreras de cuadrigas y de bigas, así como juegos circenses y teatrales y tenía una capacidad para 25.000 espectadores.

Anfiteatro romano visto desde el Circo.
Desde el Circo romano se divisa perfectamente el Anfiteatro romano, construido en el siglo II, completando la trilogía de edificios de espectáculos (teatro, circo y anfiteatro) propios de una capital de una provincia imperial como lo era Tarraco. El Anfiteatro tiene forma oval y unas dimensiones de 109,5 x 86,5 m., con gradas excavadas en la roca y un aforo de 14.000 espectadores. En su arena se celebraban luchas de gladiadores, luchas o cacerías de fieras así como ejecuciones públicas de condenados a muerte. La ubicación del Anfiteatro no fue casual, sino que se situó fuera del núcleo urbano pero muy próximo a la Vía Augusta, lo que facilitaba el acceso al público asistente. Su situación cerca de la playa permitía la fácil descarga de los animales que participaban en los espectáculos.

Yolanda y yo frente al Ayuntamiento, en la plaza de la Font.
Del circo nos dirigimos al Ayuntamiento de Tarragona situado en la plaza de la Font, que ocupa en parte el espacio del circo romano, pues bajo sus cimientos es donde se encontraba la salida y la meta. Se construyó en el siglo XIX sobre los terrenos de un convento, y destaca por su bella fachada de orden jónico. En su interior puede visitarse el mausoleo del rey Jaime I.

La Catedral de Tarraco.
Nuestra última visita en la ciudad fue La Catedral. Su construcción se comenzó en 1184 sobre los restos de una antigua basílica cristiana que, a su vez, ocupó el solar de una mezquita árabe del siglo X.

Es de estilo románico de transición al gótico. Tiene planta de cruz latina, con tres naves y crucero acentuado sobre el que se alza la cúpula octogonal. Las naves terminan en tres ábsides circulares. En la fachada principal destacan dos puertas románicas del siglo XII, donde se aprecia un precioso rosetón calado. Declarada Monumento Nacional en 1905 su visita no es demasiado larga a no ser que te apasione la arquitectura.

Catedral de Tarragona.
Pero Tarragona no es sólo monumentos romanos, también tiene un importante pasado medieval, edificios modernistas, playas de arena blanca y aguas cristalinas, un pintoresco barrio marinero, bosques y espacios naturales protegidos, tradiciones y cultura popular... incluso los más aventureros pueden sumergirse en la cueva urbana más grande de Cataluña. Eso si, imposible abarcarlo todo en una mañana, que es el tiempo que le dedicamos a esta ciudad, a la que seguro volveremos para descubrir los rincones que no pudimos disfrutar...

De Tarragona al delta del Ebro, donde comimos un estupendo arroz, hay más o menos una hora en coche.

Delta del Ebro.
Delta del Ebro.
El delta del Ebro es la zona pantanosa más importante de Cataluña y es el segundo humedal más grande de la península Ibérica después de Doñana. Está situado a unos 200 kilómetros al sud-oeste de Barcelona en el extremo inferior de Cataluña.

Parque Natural del Delta de l'Ebre.
Parque Natural del Delta de l'Ebre.
El Parque Natural del Delta de l'Ebre abarca un espacio que combina el uso para arrozales, las zonas de vegetación de ribera, las lagunas y estanques y, también, largas playas de fina arena. Se trata de una península que se adentra en el mar alrededor de 30 kilómetros, con una forma triangular que ha ido creando el río con los materiales que arrastra en su largo recorrido.

Parque Natural del Delta de l'Ebre.
Aves en el delta del Ebro.
Su ecosistema es de vital importancia para el equilibrio de la fauna y junto desembocadura del Ródano, en la Camarga francesa, y el Parque Nacional de Doñana, en la desembocadura del Guadalquivir se convierte en un bastión mundial de la conservación de la naturaleza.

Yolanda y yo hace 10 años en el crucero por el Delta...ha llovido.
Yolanda y yo hace 10 años en el crucero por el Delta...ha llovido.
Su valor vital radica en el hecho de que allí anida una importante colonia de aves residentes y migratorias. Su protección data del año 1983, ampliándose su extensión en 1986, hasta llegar a protegerse una cuarta parte del total del delta, esencialmente las zonas menos humanizadas.

El mejor modo de visitar el parque es con uno de los numerosos cruceros que navegan por el Ebro...tened en cuenta que hay varias compañías que lo hacen.

Escenario de la película Sahara.
Escenario de la película Sahara.
En nuestro crucero la casualidad hizo que coincidiéramos con el rodaje de la película "Sahara" que protagonizaron Penelope Cruz y Matthew McConaughey y que en parte se filmó aquí.

Nosotros, debido a la cercanía con nuestra ciudad, hicimos un ida y vuelta de un sólo día, pero si lo necesitáis alojamiento podéis alojaros en cualquiera de los hoteles que hay en Tarragona o de los hoteles en Salou, muy cercana a Tarragona y con mucha actividad turística.

Nosotros daremos más información sobre la provincia de Tarragona cuando volvamos del #TBMCatSur...

0 Comments: