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jueves, 11 de diciembre de 2014

Lunes 28 de Abril 2014-Castillos del Loira-Amboise, Le clos Lucé y Tours-Parte 2

Después de las visitas matutinas de los Castillos del Loira de Chenonceau y Chaumont-Sur-Loire, llegamos desde este último a la localidad de Amboise, a sólo 20 km o minutos en coche, donde aparcamos en las inmediaciones de su castillo.

Mapa de Amboise.
Mapa de Amboise.
La hermosa y bulliciosa ciudad de Amboise, desplegada a lo largo de la orilla izquierda del Loira, conserva muchos monumentos medievales de su casco antiguo, que se articula en torno a la comercial Rue Nationale y a la Rue Mably, como el Ayuntamiento, la Iglesia de St. Florentin, la Torre del Reloj, la antigua Porte de l’Amasse o la Iglesia Saint Denis, que se pueden ver paseando por las calles de los alrededores del castillo tal y como hicimos nosotros esperando que se hiciera hora de comer.


Amboise.
Amboise.
De entre todos estos monumentos yo destacaría la Tour de l'Horloge, erigida en el s. XV, y también llamada la atalaya de Amboise, se alza por encima de una animada calle peatonal llena de encanto, con numerosas tiendas de recuerdos, cafés y comercios de todo tipo. Museo del ayuntamiento: En el antiguo ayuntamiento (s. XVI) de Amboise está instalado este hermoso museo, testimonio de la historia de la ciudad regia. Destacan tapices de Aubusson, una Virgen esculpida del s. XIV y algunos retratos del duque de Choiseul.

Amboise.
Casas de entramados de madera de Amboise.
El complemento ideal para esta visita es visitar el Château de Amboise y el Château de Clos Lucé (hogar de Leonardo da Vinci).

Nosotros por falta de tiempo nos tuvimos que decantar por uno de los dos, y nos decidimos por el segundo, aunque a continuación os contaré algo de ambos.

Château de Amboise.
Château de Amboise.
En el Château de Amboise, que encaramado en un promotorio se alza por encima de la ciudad dominando el río Loira, vivieron Luis XI, Carlos VIII y Francisco I. Este admirable edificio, inspirado en el arte italiano de principios del Renacimiento, es una de las más suntuosas mansiones reales del valle del Loira.

Castillo de Amboise visto desde el de Clos-Lucé.
Castillo de Amboise visto desde el de Clos-Lucé.
Bonita fortaleza medieval sin homogeneidad arquitectónica rodeada de jardines, este significativo lugar en la historia de Francia también cuenta con una excepcional colección de mobiliario gótico y renacentista. La tumba de Leonardo da Vinci, quien pasó sus últimos años en Amboise, se encuentra en la capilla St-Hubert, auténtica joya del arte gótico flamígero construida en 1491. Murió en 1519.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Después de comer en un restaurante de la ciudad, no lejos de aquí (a 500 metros del castillo real de Amboise), visitamos el Castillo del Clos-Lucé honra la memoria de Leonardo da Vinci, que pasó en él sus últimos años de vida.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Última residencia de Leonardo da Vinci.
Residencia de verano escogida por Carlos VIII para su mujer Ana de Bretaña, en el Clos-Lucé se instaló Leonardo da Vinci en 1516. En la planta baja se encuentran magníficos frescos del taller del maestro (recubiertos de un enlucido del s. XIX).

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
El barco de paletas.
El primer piso alberga la habitación donde murió en 1519 así como un gabinete de trabajo, pero lamentablemente estaba en obras de restauración y no se podía subir.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
La bicicleta.
Finalmente, en el sótano, hay expuestas 40 fabulosas máquinas a tamaño real que demuestran hasta qué punto Leonardo da Vinci estaba adelantado a su tiempo.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Máquetas de algunos inventos de Leonardo da Vinci.
El primer carro de asalto, el primer automóvil, el puente giratorio, el barco de paletas, la máquina voladora antecesora del avión, el helicóptero, la bicicleta, el paracaídas, etc. son algunos de los muchos inventos de este genio.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Máqueta del paracaídas y del helicóptero.
Os recomiendo sacar el pase del jardín porque las obras a escala real de sus obras se mimetizan con el paisaje y te imaginas al inventor recorriendo con sus ideas el mismo sitio por el que andas.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
El primer carro de asalto.
Como Izan ya había oído hablar del gran Leonardo da Vinci, pues sale él y muchos de sus inventos en la saga de videojuegos Assessins Creed, esta visita además de enseñarle más sobre el famoso inventor, le pareció muy interesante y le gustó una barbaridad, de modo que este es un buen ejemplo de donde ir o que visitar en la zona si vas a viajar con niños por los Castillos del Loira.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Izan y Joel experimentando.
Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Los nilos aprendiendo con los inventos.
Aunque no sólo Izan disfrutó jugando e investigando para qué servía cada invento, Joel también estaba aprendiendo jugando, pues ese es uno de los motivos de esta visita a Clos Lucé.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Jardines del Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Este fue el principal motivo por el que nos decantamos por visitar por dentro este castillo, y no el de Amboise, además de porque no teníamos tiempo de visitar los dos, y porque el otro de puede ver por fuera muy bien.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Leonardo da Vinci sacó todos sus inventos de la observación de la naturaleza, por ello el parque del Clos Lucé, se han puesto en escena sus creaciones e inventos más importantes e interesantes.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Palomar del Castillo del Clos-Lucé.
Nos llamó la atención especialmente el Palomar, único en la región, de forma cuadrada en el exterior y octogonal en el interior, construido en el s. XV con ladrillo, toba y mortero y con capacidad para 1.000 parejas de palomas.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Uno de los inventos de da Vinci.
Además de todo esto, un par de bares y terrazas donde descansar, comer o tomar algo y disfrutar del sol en caso de tener la suerte de que esté en el cielo, el parque posee una zona de juegos infantil con toboganes, balancines, etc ideal si viajas con niños.

Castillo del Clos-Lucé en Amboise.
Con este invento se puede coger agua de los lagos.
Lástima que como el día anterior había llovido, hubiera zonas encharcadas donde no podían jugar, pero parte de este parque infantil si que fue usado por Izan y Joel, mientras ellos jugaban y se cansaban un poco, nosotros aprovechamos para descansar.

Plano de Tours.
Plano de Tours.
Después de la visita a Clos Lucé, condujimos durante 26 kilómetros (unos 30 minutos) hasta aparcar en el centro de Tours, nuestra última visita del día.

Rue Colbert, Tours.
Rue Colbert, Tours.
La capital los castillos del Loira posee tres barrios antiguos perfectamente conservados. Vagando por sus calles peatonales, de la catedral a la place Plumereau, descubriremos bellos palacetes renacentistas y los jardines del priorato de Saint Côme, tan querido a Ronsard.

Aparcamos frente a la Iglesia de Saint Julien, en la Rue Colbert. Su campanario del s. XI precede a una iglesia del s. XIII cuyo interior gótico está iluminado por vidrieras de Max Ingrand y Le Chevalier (1960). Los edificios monásticos están ocupados por el Museo del Gremio y el Museo de los Vinos de Touraine, que nosotros no visitamos.

Place Plumereau, Tours.
AñadiCasas de entramado de madera de la Place Plumereau, Tours.

Dejando el Loira a nuestra derecha, nos dirigimos hacia el Viejo Tours o Vieux Tours, que se extiende alrededor de la Place Plumereau, una animada plaza rodeada de altos edificios con entramados del s. XV, cruzada por calles peatonales estrechas bordeadas de hermosas casas antiguas con entramados de madera, numerosos cafés, restaurantes y terrazas que lo convierten en un lugar muy agradable para pasear. La proximidad de la facultad de Letras asegura además la animación.

Place Plumereau, Tours.
Place Plumereau, Tours.
Destaca también el Hôtel de la Monnaie, mansión del s. XVIII en el nº 5 de la calle del mismo nombre, repleta de casas del s. XVII.

Tours, Maison de Tristan.
Tours, Maison de Tristan.
Place Plumereau, Tours.
Entramados de madera.
Otra plaza importante es la Place Pierre-le-Puellier adornada con jardines, se pueden ver los restos de un edificio público galo-romano, de un cementerio medieval, así como los cimientos y una parte de la nave de una antigua iglesia. Cerca está la Maison de Tristan, del s. XV, famosa por su escalera de caracol abovedada.

Deshicimos el camino andado hacia la Rue Colbert, donde habíamos aparcado, ya que nos lleva hacia la Catedral. Fue el eje principal de la ciudad hasta la construcción del puente Wilson que consagró esta función a la rue Nationale. Numerosos anticuarios y algunos restaurantes jalonan el paseo a lo largo de esta calle donde, en el n° 41 (39), destaca el emblema dedicado a Juana de Arco en una casa con entramados que recuerda que aquí, en 1429, Juana de Arco habría hecho fabricar su armadura.

Catedral de St-Gatien, Tours.
Catedral de St-Gatien.
Más al Este está la magnífica Cathédrale St-Gatien, comenzada a mediados del s. XIII y terminada en el s. XVI, esta catedral ilustra bien la evolución del estilo gótico. Su fachada Oeste gótica flamígera es de una gran belleza, con tres pórticos y un rosetón, y su interior de una gran pureza estilística. El presbiterio es una de las obras más hermosas del s. XIII, atribuido a Étienne de Mortagne, el arquitecto de la Sainte Chapelle de París. Pero sobre todo destacan sus magníficas vidrieras, y la tumba de los hijos de Carlos VIII y Ana de Bretaña, la Tumba de Colombe. En su lado norte sale una nave que tiene el Claustro, formado por tres galerías de mediados del s. XV y principios del XVI.

Nuestra última visita en Tours antes de volver al camping a cenar y reponer energía para el día siguiente fue el Castillo Real de Tours.

Castillo Real de Tours
Castillo Real de Tours.
Situado al lado del Loira, el castillo es parte de una edificación anterior, en la que destaca una de las antiguas torres, con cubierta cónica y matacanes. Nosotros no entramos.

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