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lunes, 11 de septiembre de 2017

Qué ver en Atenas. Atenas en un día. Parte 22

En el articulo anterior os contaba nuestra visita al Acrópolis de Atenas y a su museo, y a su salida fuimos a una de las colinas de Atenas con mejor panorámica del Acrópolis.

La Colina Filopapo, Atenas.
Colina Filopapo.
La Colina Filopapo (Λόφος Φιλοπάππου), también conocida como la Colina de las Musas o Colina Philopappos, se alza al suroeste de la Acrópolis ofreciendo uno de los puntos más concurridos para contemplar Atenas a vista de pájaro.

En la cima se sitúa el monumento funerario construido en honor a Julio Antíoco Filopapo, último príncipe del reino de Comagene fallecido el año 116 d.C.

La Colina Filopapo, Atenas.
Vistas del Acrópolis desde Filopapo.
El camino hasta la cima de la Colina de Filopapo es bastante cómodo de recorrer, ya que discurre a través de senderos que se abren paso entre la vegetación. La sombra que proporcionan los árboles de la pequeña montaña es algo que se agradece, sobre todo durante los calurosos días estivales.



Es uno de los pequeños montes sobre los que se asienta la ciudad de Atenas, pero sin ningún tipo de edificio moderno construido sobre ella, lo que la ha convertido en una de las zonas verdes más interesantes de la ciudad, de modo que nos sirve tanto como punto de observación del Acrópolis como de paseo por un parque urbano.

Puerta de Adriano, Atenas.
Arco de Adriano.
Después volvimos a deshacer el camino hecho desde el Museo del Acrópolis y nos adentramos de nuevo en el Barrio de Plaka, aunque sólo para cruzarlo, ya que nos dirigíamos al Templo de Zeus Olímpico.

Puerta de Adriano, Atenas.
Puerta de Adriano.
En la esquina noroeste del templo se encuentra la Puerta o el Arco de Adriano, un impresionante arco de mármol de 18 metros de altura que separaba la ciudad antigua (ciudad de Teseo) de la ciudad moderna (ciudad de Adriano). Fue construido en el año 131 d.C. en conmemoración del emperador romano.

Atenas, Templo de Zeus Olímpico.
Vistas del templo desde el Acrópolis.
El Templo de Zeus Olímpico (Ναός του Ολυμπίου Διός), también conocido como el Olimpeion o Naos tou Olimpiou Dios, fue un templo grandioso construido entre los siglos VI y II a.C. en honor al dios Zeus Olímpico.

Atenas, Templo de Zeus Olímpico.
Templo de Zeus Olímpico.
Cuando finalizó la construcción del impresionante templo, el emperador Adriano ordenó la creación de una estatua de oro y marfil con la imagen de Zeus y otra de sí mismo para que fueran colocadas en el interior del templo.

Atenas, Templo de Zeus Olímpico.
El Templo de Zeus Olímpico se ve perfectamente desde fuera.
El templo, situado a quinientos metros al sureste de la Acrópolis, medía 96 metros de largo y 40 metros de ancho. Se trataba de una impresionante construcción realizada en mármol del monte Pentélico, que constaba de 104 columnas corintias de 15 metros de altura, de las que hoy sólo se conservan 15, uno de los más importantes recuerdos que se conservan de la época clásica de Atenas.

Atenas, Templo de Zeus Olímpico.
Columnas del Templo de Zeus Olímpico.
De nuevo os digo que se puede ver perfectamente desde fuera sin necesidad de comprar la entrada, así que si no habéis comprado el ticket combinado del Acrópolis, yo no os aconsejo entrar.

Unos pocos metros más allá, construido en mármol blanco entre 1869 y 1870, nos encontramos con el el Estadio Panatenaico (καλλιμάρμαρο) es el lugar en el que se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de nuestra era, en 1896.

Estadio Panatenaico de Atenas.
Esradio Panatenaico de Atenas.
El primer estadio que se construyó en el mismo lugar fue edificado en madera, en el año 330 a.C., para la celebración de las competiciones deportivas que se realizaban durante las Panateneas.

Las Panateneas eran celebraciones religiosas que tenían lugar anualmente y, dotadas de mayor importancia, cada cuatro años. En las celebraciones se rendía culto a la diosa Atenea mediante diferentes competiciones entre las que se encontraban la hípica, el atletismo, la lucha o las carreras de cuádrigas, además de las competiciones musicales o de belleza.

En la actualidad, si pagáis los 3€ de la entrada, es posible pasear por las gradas de mármol en las que siglos atrás se agitaban nerviosos los espectadores, introducirse en la pista de atletismo para ponerse en la piel de los antiguos atletas, e incluso subirse al pódium para tener una foto de recuerdo junto a los anillos que forman el símbolo de los Juegos Olímpicos.

Jardines Nacionales de Atenas.
Jardines Nacionales de Atenas.
Justo frente al estadio están los Jardines Nacionales de Atenas, que terminan junto al Parlamento y la Plaza Sintagma y que componen un verde oasis situado en el centro de la ciudad. Con una superficie de más de 160.000 metros cuadrados, los jardines acogen más de 500 tipos diferentes de plantas y árboles procedentes de todo el mundo.

Los jardines fueron creados en 1839 por orden de la reina Amalia, pero no se verían abiertos al público hasta 1923, cuando fueron rebautizados como Jardines Nacionales.

Jardines Nacionales de Atenas.
Jardines Nacionales de Atenas, Zappeion.
El diseñador de los jardines, Friedrich Schimdt, viajó por todo el mundo en busca de las plantas más exóticas y especiales, aunque también las fuerzas navales griegas recibieron el encargo de recoger diferentes especies de plantas procedentes de todo el mundo.

Si viajáis con niños, los Jardines Nacionales deberían ser una visita obligatoria pero, aunque no sea así, los jardines son muy recomendables y una buena forma de unir el Estadio Panatenaico con la Plaza Sintagma es cruzarlos.

Así llegamos al pleno centro de Atenas, la Plaza Sintagma (Πλατεία Συντάγματος) o Platía Sindágmatos que además de ser  el corazón geográfico de la ciudad, es también el corazón de los ciudadanos atenienses.

La plaza también es conocida como Plaza de la Constitución por haber sido el lugar en el que el pueblo alzó su voz el 3 de septiembre de 1843 para ordenar al Rey Otón que aceptara la redacción de una constitución.
Plaza Sintagma, Antiguo Palacio.
El Antiguo Palacio alberga el Parlamento Helénico.
Presidiendo la Plaza Sintagma se encuentra el Antiguo Palacio (Παλαιά Ανάκτορα) que alberga el Parlamento Helénico o Consejo de los Helenos (Voulí ton Ellinon o Βουλή των Ελλήνων), un imponente edificio que fue construido entre 1836 y 1842 como palacio para Otón, primer rey de Grecia.

Plaza Sintagma, Tumba del Soldado Desconocido.
Izan y Joel con un Evzoni.
Enfrente del edificio del Parlamento se sitúa la Tumba del Soldado Desconocido (Μνημείο του άγνωστου στρατιώτη), custodiada día y noche por los "Evzoni", dos guardias vestidos con un curioso uniforme tradicional. Es posible asistir al peculiar cambio de guardia que se celebra cada hora, siendo el más importante el de los domingos a las 10 de la mañana.

Plaza Sintagma.
Plaza Sintagma de Atenas.
En uno de los laterales de la Plaza Sintagma se encuentra el Hotel Grande Bretagne, un lujoso edificio construido en 1842 que funciona como hotel desde 1874. Suele ser el alojamiento preferido por las grandes personalidades que visitan Atenas.

La Plaza Sintagma es una de las más populares de la ciudad, además de la elegida a la hora de celebrar manifestaciones, festividades o conciertos. La plaza está animada a cualquier hora, repleta de gente en sus cafeterías, puestos ambulantes, paseando o aprovechando la conexión wifi gratuita.

La privilegiada situación de la plaza hace que sea lugar de paso obligado para visitar muchos de los puntos de interés.

En la parte opuesta al Parlamento se encuentra la calle Ermou (Οδός Ερμού), una de las principales arterias comerciales de Atenas que suele estar animada a cualquier hora del día ya que está repleta de tiendas de todo tipo.
Iglesia de Panaghia Kapnikarea.
Iglesia de Panaghia Kapnikarea.
En la Calle Ermou está la Iglesia de Panaghia Kapnikarea (Εκκλησία της Παναγίας), construida alrededor del año 1050 y hoy en día sigue siendo de culto ortodoxo, igual que en el último milenio, pero está construido sobre las ruinas de un templo griego. 

Catedral de Atenas.
Catedral de Atenas.
También cerca de allí, a 5 minutos, se encuentra otro edificio destacable de Atenas, su Catedral.

Callejeando por Atenas.
Callejeando por Atenas.
Callejeando por Atenas.
El Barrio de Plaka se anima por la noche.
El resto del día lo dedicamos a callejear por los barrios de Plaka y Monastiraki, mientras anochecía, dando vueltas sin rumbo fijo, buscando algo para cenar y haciendo las últimas fotos del día de la ciudad iluminada.

Ágora Romana y Acrópolis de noche.
Ágora Romana y Acrópolis de noche.
Plaza Monastiraki y Acrópolis de noche.
Plaza Monastiraki y Acrópolis iluminadas.
Después volvimos al hotel, que abandonamos a la mañana siguiente después de desayunar, teníamos todo el día libre, y como habíamos quedado saturados de Atenas, decidimos ir a pasar el día entero a una playa cercana, ya que el vuelo salía a las 02:00 de la madrugada y queríamos descansar.

Estadio Panatenaico desde la Colina Licabeto.
Estadio Panatenaico desde la Colina Licabeto.
Templo de Zeus Olímpico desde la Colina Licabeto.
Templo de Zeus Olímpico desde la Colina Licabeto.
Pero antes de la playa teníamos que ir a un sitio a hacer unas últimas fotos de Atenas, la Colina Licabeto, una pequeña montaña de 278 metros de altura desde donde se obtienen las mejores vistas de Atenas. Se encuentra situada en el barrio Kolonaki, el más pudiente de la ciudad.

Atenas desde la Colina Licabeto.
Atenas desde la Colina Licabeto.
Según la leyenda, la diosa Atenea quería que su templo de la Acrópolis estuviera más cerca del cielo, por lo que tomó una enorme roca con la intención de colocarla sobre la colina de la Acrópolis. Mientras transportaba la roca, recibió una noticia que la sobresaltó, por lo que la roca de 278 metros cayó sobre Atenas formando el Monte Licabeto.

Atenas desde la Colina Licabeto.
En Atenas viven unos 4 millones de personas.
Atenas desde la Colina Licabeto.
Atenas es realmente inmensa.
La colina debe su nombre (Colina de los lobos) a la gran cantidad de lobos que habitaban en los pinares de sus laderas en la Antigüedad.

Atenas desde la Colina Licabeto.
Desde Licabeto se ve casi toda la ciudad.
Atenas desde la Colina Licabeto.
Atenas desde Licabeto.
Durante la época clásica, la colina estaba cubierta por una densa vegetación y en la cima se construyó un templo dedicado a Zeus. El aspecto de la colina cambió durante la ocupación turca, tras la cual el monte quedó completamente despoblado.

Acrópolis de Atenas desde la Colina Licabeto.
Se ve hasta el puerto, el Pireo.
Acrópolis de Atenas desde la Colina Licabeto.
Acrópolis de Atenas desde la Colina Licabeto.
Entre 1880 y 1915 se llevó a cabo una profunda reforestación, que logró convertir la colina en el denso monte que es ahora.

Playa Asteria Glyfadas en Atenas.
Último baño en aguas griegas.
Tras esa fugaz visita, y varias fotos, ya si que pusimos rumbo a la Playa Asteria Glyfadas, una playa a 20 km de Atenas.

Playa Asteria Glyfadas en Atenas.
Los niños agradecieron este día de descanso.
La playa es de pago, pero te incluye la sombrilla y las tumbonas, por lo que al final te sale rentable si, como en nuestro caso, vais a pasar todo el día en ella.

Playa Asteria Glyfadas en Atenas.
Atenas, Playa Asteria Glyfadas.
También dispone de baños, bar, duchas y un parque acuático con toboganes e hichables gigantes que hicieron las delicia de Izan y Joel.

Playa Asteria Glyfadas en Atenas.
Preparados para los hinchables.
A la hora de comer decidimos ir Yolanda y yo a un supermercado cercano y compramos para hacer bocadillos, bebida fría y fruta, así que comimos en las tumbonas.

Playa Asteria Glyfadas en Atenas.
Los niños se lo pasaron genial.
Playa Asteria Glyfadas en Atenas.
No os podéis imaginar como cansa.
A la hora de cenar nos fuimos a un restaurante de comida rápida de camino al aeropuerto, donde devolvimos el coche de alquiler y esperamos a que saliera nuestro vuelo, dando de esta manera fin a nuestro viaje por Grecia.

Playa Asteria Glyfadas en Atenas.
Después de esto ambos se pegaron una buena siesta.
Playa Asteria Glyfadas en Atenas.
Playa Asteria Glyfadas de Atenas.

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