. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Lunes 23 de Julio 2012-Estambul-Día 2-Parte 1

lunes, 8 de octubre de 2012

Lunes 23 de Julio 2012-Estambul-Día 2-Parte 1

Joel, dos años.
Está amaneciendo sobre el estrecho del Bósforo; desde los alminares de las mezquitas se oyen los cánticos de los almuédanos reclamando la oración de los creyentes. Algunos barcos amarrados al puerto dirigen su proa hacia La Meca. La ciudad –umbral de Oriente– comienza a agitarse. Empieza el bullicio que cada día forman unos dieciséis millones de habitantes. Cuando ya el Estambul mañanero es algo más que un rumor, será buena idea desayunar en la azotea del Nobel Hostel, en el lado europeo de la ciudad, concretamente en el barrio de Sultanahmet, el corazón monumental de Estambul.

Casi todo el recorrido que teníamos preparado para hoy, se puede hacer perfectamente andando, aunque es una ciudad con muchas colinas e irregular, así que las subidas y bajadas están al orden del día.

Entrada al Palacio de Topkapi.
Harén.
Eran las 9 y poco de la mañana cuando me encontraba frente a las taquillas del Palacio de Topkapi (a poco más de 5 minutos andando desde nuestro hotel) para sacar dos (pues los dos niños no pagaban) Istanbul Museum Pass, que no sólo nos haría ahorrar unas liras sino también evitar las largas colas que se forman en los museos o palacios a los que puedes acceder con esta tarjeta.
Con el Istambul Museum Pass (72 liras turcas) tienes acceso al museo de San Salvador en Chora(15TL), al Palacio de Topkapi(25TL) y su Harén(15TL), a Santa Sofía (25TL), al Museo Arqueológico(10TL), al Museo del Mosaico(8TL) y al Museo Turco y de Artes Islámicas(10TL) durante 72 horas desde el momento en que la utilizas por primera vez y descuentos en algunas tiendas. Nosotros no fuimos a los dos últimos, pero incluso así nos ahorramos 18 liras turcas cada uno y las interminables colas.

Fuente de los Verdugos.
Es aconsejable madrugar para evitar las multitudes y también ir primero al Harén, porque es muy pequeño y se llena enseguida de gente, además tiene un horario especial y un número máximo de visitantes por día.

Antes de entrar en el Palacio, se encuentra en la antigua Fuente de los Verdugos. Esta fuente tiene mucha historia trágica, ya que cerca de ella se asesinaban a muchas personas por un verdugo que limpiaba sus armas en ella.

Una pared del Harén.
Interior del Harén.
Cúpula de una de las habitaciones del Harén.
Uno de los patios del Harén.

Entrada del Harén.
El Harén se asemejaba a un pequeño pueblo ya que albergaba a más de 500 personas de forma continua, repartidas entre unas 400 habitaciones reales, en las que aun hoy en la mayoría se conserva el mobiliario, pero muchas de ellas se encuentran cerradas al público. La morada de la mujer del sultán, sus hijos pequeños ("sólo" tuvo 112) y sus casi 300 concubinas es la parte mejor decorada y más restaurada del complejo. Las puertas de los armarios cubiertas de nácar gracias a la técnica de taracea merecen un capítulo aparte. Azulejos espectaculares decoran prácticamente la totalidad de las paredes. Muebles y ventanas de marquetería, con maderas preciosas y nácar.

Cúpula de una habitación del Harén.
Habitación del Harén.
Habitación del Harén.
Interior del Harén.
El Palacio de Topkapi (9 – 19 h. martes cerrado – 25 TL) o Palacio de la Puerta de los Cañones es un recinto inmenso erigido sobre los restos de la ciudad romana hacia 1460. Ocupa la punta del Serrallo, la península abierta al Cuerno de Oro y al Bósforo. Abandonado en el siglo XIX, fue recuperado como museo en 1924. El conjunto alberga jardines y varios palacios articulados en torno a cuatro patios. Fue residencia de los sultanes.

Palacio de Topkapi.
Palacio de Topkapi.
En sus salas se exhiben joyas, trajes de distintas épocas, artesanía, manuscritos, armas y el tesoro imperial y hasta reliquias de Mahoma, Izan y Joel fliparon con las armas, sobretodo con las espadas de unos 2 metros. Lástima que no dejaran hacer fotografías de los objetos expuestos.

Vistas desde el Palacio de Topkapi.

Una de las partes más agradables de la visita, que nos llevó menos de dos horas, son las vistas que se consiguen desde los jardines y una parte de sus balcones.

Parte antigua de Estambul desde el Palacio de Topkapi.
El palacio está ubicado en un lugar estratégico y permite disfrutar de unas vistas privilegiadas sobre el cuerno de Oro y el estrecho del Bósforo, así como la parte asiática de la ciudad y, en los días despejados, el pequeño archipiélago de las Islas Príncipe.

Puente del Bósforo desde Topkapi.
Parte asiática de Estambul desde Topkapi.
Los jardines están bien cuidados y dar un paseo por ellos permitirá al turista llevarse una postal muy atractiva. Tienen unos árboles centenarios colocados de forma que quedan huecos por dentro. Además de ser el alojamiento habitual de la familia real, Topkapi también era el lugar de reunión de los jenízaros, el grupo de soldados que conformaba la guardia real y que era conocido por su crueldad y su pericia en el combate.

Jardines de Topkapi.
A pesar del cansancio, no abandonéis el complejo sin conocer las cocinas que daban de comer a cientos de jenízaros; y las cocinas reales que tienen una pequeñísima parte de la colección de doce mil piezas de porcelanas chinas y japonesas que pertenecen al palacio. Una maravilla es también la pequeña biblioteca de Ahmet I.

Iglesia de Santa Irene.
La Iglesia de Santa Irene situada en el primer patio del Palacio, es una de las pocas iglesias católicas ortodoxas que no se hizo mezquita. Se cree que el lugar correspondió a un templo pre-cristiano. Por su acústica se hacen conciertos de orquesta dentro.

Interior de Santa Irene.
La Fuente de Ahmet III del año 1723 y considerada la más bella de Estambul, lleva inscripciones de poesía que la asemejan a las fuentes del paraíso. Es de estilo rococó turco, con cinco cúpulas, nichos en forma de mihrab y relieves florales abigarrados.

Interior del Palacio de Topkapi.
Yolanda y Joel en el interior del Palacio de Topkapi.
Si queréis ver más fotos del palacio podéis pinchar aquí.

Una de las casas de la calle Sogukçesme Sokagi.
Yolanda, Izan y Joel en la calle Sogukçesme Sokagi.

Tienda de la calle Sogukçesme Sokagi.
Al salir, a mano derecha está la calle Sogukçesme Sokagi, es la que une la parte baja de Topkapi con la parte posterior de Santa Sofía, estrecha, empinada (aunque íbamos cuesta abajo) y en forma de L, está formada por casitas antiguas tradicionales de madera pintadas de tonos beiges y verde palo. Por todos los terremotos que han sucedido en Estambul, antiguamente se fabricaban todas las casas de madera por ser un material que resistía más y que si se venía abajo no dañaba tanto a los habitantes ni a los objetos que poseían.

Cisterna de la Basílica o de Yerbatan.
Al final de la misma, y al cruzar la calle por donde pasa el tranvía, se encuentra la entrada de la Cisterna de la Basílica, Yerebatan Sarayı "Palacio Sumergido", o Yerebatan Sarnıcı "Cisterna Sumergida" (9 – 18:30 cerrado los martes / 10 TL) un lugar que, aunque nunca celebró culto alguno, con sus más de trescientas columnas, parece un templo sumergido.
Extraña columna.

Este depósito de agua bizantino tiene una bóveda que lo cubre y que le confiere aspecto de basílica. Su suelo permanece inundado, prácticamente como estaba en tiempos de Justiniano (S. VI) cuando este lugar se utilizaba como depósito destinado al suministro de agua a la ciudad.

Un curioso juego de luces, y la música clásica que surge entre paredes y un laberinto de 336 columnas corintias de 8 metros de altura, crea un cierto ambiente, aunque quizá tape el sonido de ese goteo de agua irregular, aquí siempre presente, que conseguiría una verdadera atmósfera de hechizo.

Medusa boca abajo.
Situadas en la esquina noroeste de la cisterna, las bases de dos columnas reutilizan bloques tallados con el rostro de Medusa. El origen de las dos cabezas es desconocido, lo más probable es que las cabezas fueran traídas a la cisterna tras ser retiradas de un edificio del último periodo romano. La tradición dice que los bloques están orientados hacia los lados y boca abajo con el fin de anular los poderes de la mirada de la gorgona que deja petrificado a quien osa mirarla.

La otra medusa.
Como curiosidad nombraré que aquí se rodó una escena del film de James Bond "Desde Rusia con amor".

Una media hora después de entrar en la Cisterna de la Basílica pusimos rumbo a la Mezquita Azul o de Sultanahmed, uno de los muchos símbolos de la ciudad y a escasos metros de donde nos encontramos. La entrada principal de la mezquita, que puede visitarse libremente fuera de las horas del rezo, está en la avenida del Hipódromo.

Mezquita Azul o de Sultanahmed.
Como todas las mezquitas de Estambul tiene la entrada libre y gratuita a los no musulmanes, pero se puede dar un donativo, igual que ocurre en las iglesias católicas.

Cúpula de la Mezquita Azul o de Sultanahmed.
La gran mezquita que comparte plaza con Santa Sofía, fue construida en el siglo XVII. Inaugurada en 1616, es la mayor mezquita de Estambul.

Toda la familia frente a la Mezquita Azul o de Sultanahmed.
En el exterior, es un torrente de cúpulas que acompañan de forma escalonada a la mayor de ellas, todo un conjunto de medias burbujas custodiado por seis excepcionales alminares lo que, en el momento de su construcción, provocó mucha polémica, ya que la Meca también tenía seis. Posteriormente y para apaciguar a los fieles, en la Meca se construyó un séptimo minarete para marcar la diferencia.

Interior de la Mezquita Azul o de Sultanahmed.
El interior es una muestra de cómo el poder entendía la belleza, por los 20.000 azulejos de color azul de Iznik que adornan la parte baja de sus muros y de los que toma el nombre. Pero también destacan las 260 ventanas, sus cristaleras y los arabescos de la gran cúpula de casi 43 metros de altura y 23 de diámetro.

Interior de la Mezquita Azul o de Sultanahmed.
Hoy, superados los delirios del pasado, la Mezquita azul es un gran espacio con su suelo cubierto de alfombras.  Tiene un lugar especial para las abluciones, limpieza de los pies masculinos en fuentes especiales para ello.

Por cierto, aprovecho para recordaros las normas para entrar en las mezquitas, pues son siempre las mismas: tanto las mujeres como los hombres deben quitarse los zapatos en la entrada y meterlos en una bolsa de plástico que os proporcionan. En determinadas mezquitas ninguno de los dos puede enseñar las piernas. Las mujeres deben llevar siempre un pañuelo en la cabeza si desean entrar a cualquier mezquita, y en algunas de ellas no pueden enseñar los hombros. No olvidéis el pack de mezquitas, pañuelo para las chicas, mochila para meter los zapatos.

Interior de la Mezquita Azul o de Sultanahmed.
Al salir de la Mezquita Azul, paseamos por el Hipódromo. Fue durante años el centro deportivo y social de Constantinopla, antiguamente era donde se hacían las carreras de coches de caballos y otros acontecimientos políticos.

Actualmente, el área que abarca el hipódromo recibe el nombre de Plaza Sultán Ahmet. El recorrido de la antigua pista de carreras ha sido enlosado, aunque la pista original se encuentra 2 metros más abajo del recorrido actual. Se piensa que el estadio podía albergar a 10.000 personas. Actualmente es un jardín público conocido como At Meydani o Plaza de los Caballos, pero conserva algunos monumentos importantes como:

*El Obelisco egipcio o de Teodosio, de granito color de rosa, ubicado en el centro de esta avenida, es el resto más antiguo de la ciudad de Estambul, ya que fue traído del templo de Karnak, en Luxor, Egipto, donde se construyó en el 1.500 a.C. Mide 25,60 metros de altura, pero se rompió y sólo es un tercio de su estructura original.

* La Comuna Serpentina, o Salomónica, 479 a.C., es de los monumentos más antiguos procedente del templo de Apolo en Delfos. Se compone de tres serpientes que se enroscan entre si.

*La Colunma de Constantino Porfirogénito, llamada así en honor al emperador del s. X que la restauró.

* La Fuente Alemana una fuente octogonal abovedada de estilo neobizantino, fue construida por el gobierno alemán en 1900 para marcar la visita a Estambul del emperador alemán Guillermo II en 1898. Se encuentra en la entrada norte del área del hipódromo, enfrente de la Mezquita Azul.

Entrada de la Mezquita de Sokullu Mehmet Pasha.
Mezquita de Sokullu Mehmet Pasha.
Mezquita de Sokullu Mehmet Pasha.
Cerca de allí está la Mezquita de Sokullu Mehmet Pasha. Esta pequeña mezquita, construida por el arquitecto Sinan en 1572 , fue encargada por Sokollu Mehmet Paça, gran visir de Selim II.
La sencillez del diseño para solucionar la inclinación del terreno sobre el que se levanta la mezquita suscita una gran admiración. Una inclinada escalinata de entrada lleva desde la calle al patio interior pasando bajo la sala de estudio de su madraza.

Como muchas mezquita posee un cementerio adjunto.

Tan sólo las lunetas de los azulejos sobre las ventanas del pórtico delatan la decoración interior. Aquí, la pared del fondo que rodea el tallado mihrab se encuentra totalmente cubierta de azulejos de Iznik.

Cada vez que veíamos uno de estos era parada obligatoria.
Tampoco lejos de allí se sitúa la Iglesia de los Santos Sergio y Baco o Küçük AyaSofia Camii. Ente ambas mezquitas encontramos un parque infantil con toboganes, columpios y un balancín que fue aprovechado por nuestros hijos tanto hoy como el último día que pasamos en Estambul.

Interior de la pequeña Santa Sofía.
Antes de entrar a Küçük AyaSofia Camii nos sentamos en un "bar" situado frente a ella, pues estaban rezando y en ese momento no se podía acceder al interior, así que aprovechamos para tomarnos algo y descansar durante más de media hora.

Cúpula de la Pequeña Santa Sofía.
Conocida familiarmente como pequeña Santa Sofía, esta iglesia se construyó en el año 527. Arquitectónicamente destaca por su poco común cúpula  de dieciséis bóvedas sujeta por dos pisos de columnas y planta en forma de octógono irregular, bastante rara en la arquitectura árabe.

Detalle de la Pequeña Santa Sofía.
La Pequeña Aya Sofía que se parece a la Gran Basílica y fue en su origen como una antigua iglesia bizantina. Decorada con bellísimas columnas de mármol verde y rojo, la iglesia se convirtió en mezquita en el siglo XVI por orden de Hüseyin Aga, el jefe de los eunucos blancos del sultán de la época, su tumba se encuentra en los jardines de esta mezquita.

El centro de la Cúpula de la Pequeña Santa Sofía.
Es de una delicadeza arquitectónica y de una belleza muy destacable, pero lo que verdaderamente llama la atención de ella es que está totalmente fuera de los circuitos turísticos habituales, por lo que se puede visitar casi en solitario.

Mímbar de Santa Sofía.
Está situada en un barrio cercano a Sultanahmet por el que pasear y fotografiar sus casitas de colores y sus gatos, muy abundantes en toda la zona. Los alrededores de la Pequeña Santa Sofía nos permiten hacernos una idea muy aproximada de cómo es la vida real de los habitantes de Estambul, fuera de los clásicos circuitos para turista.

El Estambul menos conocido.
Tras esta visita caminamos en dirección al Gran Bazar, pero antes de llegar paramos para comer en un restaurante que vimos de camino. Como podréis comprobar, la mañana nos cundió bastante y es que, al contrario de lo que muchos piensan, con niños pequeños las visitas se han de hacer más rápido de lo habitual, pues no puedes dejar que se aburran/agobien por estar demasiado tiempo en un mismo palacio, mezquita o lo que tengas que visitar.
Cementerio de la Pequeña Santa Sofía.
No es habitual que "parta" una entrada/día en dos, pero voy a dar por finalizada esta entrada y a continuar con una segunda parte del relato para no hacer un post tan largo.Tenéis la segunda parte del relato pinchando aquí.

6 Comments:

Yo adoro viajar. I love travelling! said...

Que buenos recuerdos me ha traído este post... que bonito es Estambul.

Si quieres nos seguimos. Saludos desde yoadoroviajar.blogspot.com

Trini

Sergio said...

madre mía como estoy esta mañana, con tanto harén y demás en vez de cúpula leía cópula...
En fin, preciosas las fotos, como siempre!
saludos

DANI said...

Hola, primero de todo muchísimas gracias por compartir vuestras experiencias, son geniales. Hace tiempo que os vengo siguiendo, y justo en tres días salimos para turquia con nuestro bebe y la verdad que revolviendo a leer vuestro diario me han surgido unas dudillas sobre el cochecito. ¿ dejan embarcar los carros de bebe en los ferrys que van a uskudar y los del cuerno de oro? ¿ puedes entrar en Ls diferentes sitios como y mezquitas el carro sin problema?
Mil gracias

Los Viajes de Héctor said...

Hola Dani, gracias por tus palabras.

Los carritos de bebes los puedes embarcar sin problemas, pero para llegar a los muelles tendrás que salvar escalesras con ellos (a veces), de modo que necesitarás ayuda, aunque la gente es muy amable en estos casos.

En las mezquitas el carro (y los zapatos) se tendrá que quedar en la puerta de la entrada a la mezquita, podrás entrar al patio, pero no a la zona de las alfombras.

En Santa sofía no hay problema, puedes subirlo incluso a la segunda planta, pues se sube por una rampa.

DANI said...

Muchísimas gracias hector, de todas formas también llevamos su mochila que a la nena le encanta pero pa las siestas al cochecito.
Por cierto fijándome en las fotos vi que en efeso llevabais el cochecito. Por hay se puede? Pensaba que no

Los Viajes de Héctor said...

Hay tramos más irregulares, pero poder se puede. también hay trozos donde hay escalesras y tendrás que bajar "a pulso".