. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Martes 8 de Julio 2014-Parte 1-San Millán de la Cogolla.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Martes 8 de Julio 2014-Parte 1-San Millán de la Cogolla.

Hoy iba a ser nuestro último día en La Rioja, y para despedirnos habíamos dejado lo que a priori había leído que era lo mejor y más imprescindible de la zona, los monasterios de San Millán de la Cogolla, a unos 45 minutos de coche desde Haro.

Mapa turístico de La Rioja.
Mapa turístico de La Rioja.
Dejad que lo ponga en duda, no porque no nos haya gustado, sino porque no creo que sea lo mejor de este viaje hasta el momento...es muy bonito, pero, al igual que otros lugares, su visita para mi podría ser prescindible.


San Millán de la Cogolla.
San Millán de la Cogolla. Aquí se coge el bus para Suso.
San Millán de la Cogolla es como se conoce al conjunto formado por un pueblo y los dos monasterios que tiene su origen en la comunidad que formó en torno a su obra un santo eremita de nombre Millán que vivió 101 años (473-574) en unas cuevas de la Sierra de la Demanda dedicado a la oración.

Monasterio de Suso.
Monasterio de Suso.
En San Millán, en el valle del río Cárdenas, afluente del río Najerilla, en las estribaciones de la Sierra de la Demanda, bajo las cumbres nevadas en invierno del monte San Lorenzo, el más alto de La Rioja ( 2.262 metros), se encuentran los monasterios de Suso y Yuso, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad el 4 de diciembre de 1997 por la Unesco.

El primero que visitamos fue Monasterio de Suso (el de arriba), básicamente porque fue el primero en construirse.

Para realizar la visita guiada de 40 minutos de duración, es necesario reservar día y hora en la oficina de Información y Turismo a través del teléfono o fax : + 34 941 373 082. Insistid porque puede que esté comunicando bastante rato.

Plano del Monasterio de Suso.
Plano del Monasterio de Suso.
No se puede acceder al monasterio con vehículo privado, es necesario usar el bus que sale del aparcamiento de La Central de Reservas (2 km).

Monasterio de Suso.
Monasterio de Suso.
El Monasterio de Suso, el de arriba, surgió de las cuevas que fueron habitadas por los eremitaños discípulos de San Millán, en el siglo VI. Sucesivas ampliaciones convirtieron aquellas primitivas cuevas en cenobio y más tarde en monasterio.

Monasterio de Suso.
Interior del Monasterio de Suso.
El cenobio original, construido en el siglo VI, se fue ampliando hasta el siglo XI, de modo que en el templo se unen los estilos visigótico, mozárabe y románico. Las cuevas son la parte más antigua del monasterio, y en ellas se pueden ver sepulcros apiñados y superpuestos de personajes no identificados, aunque debieron ser ilustres debido a su proximidad al sepulcro de Millán. Hacia el año 923 hay un resurgir del monasterio tras la conquista de Nájera por Sancho III el Mayor, rey de Pamplona, y empiezan a habitarlo monjes mozárabes. Prueba de ello es tanto el arco de herradura mozárabe que da la entrada al monasterio, donde hay dos capitales visigóticos (de alabastro) de tipo corintio, como también las dos capillas cuadradas y gemelas del interior. En la segunda cueva, la central, que sirvió de oratorio en sus inicios, estuvo enterrado San Millán hasta el año 1030 (de ahí el nombre de Oratorio de San Millán) en el que Sancho III el Mayor y su mujer Muniadonna, hicieron levantamiento solemne de las reliquias. En el lugar de la sepultura se levantó, en el s. XII, el actual cenotafio de San Millán (monumento funerario en el que no está el cadáver de la persona a quien se dedica), que representa al santo yacente con ropas sacerdotales visigóticas, con un estilo entre románico avanzado y gótico temprano.

Monasterio de Suso.
Yolanda en los alrededores del Monasterio de Suso.
En esta misma cueva, a la derecha, nos encontramos una oquedad artificial, formada por tres huecos, cada uno de ellos con una arcada de medio punto, y que hacía las veces de altar y sagrario para San Millán. Esto está considerado como el altar más antiguo de España.

Monasterio de Suso.
Yolanda y los niños tras finalizar la visita al Monasterio de Suso.
La importancia cultural de Suso se manifestó ya en la Edad Media cuando fue centro de poder político y cultural, no en vano, de su importante escriptorio salieron los primeros testimonios escritos de romance español y del euskera, las llamadas glosas Emilianenses, escritas al margen de un texto de San Agustín en el siglo XI, a modo de aclaración, por un monje que traducía del latín al lenguaje coloquial, quedando catalogadas en el llamado Códice 60, en la actualidad diversos investigadores han datado la aparición de las primeras palabras en romance español en el año 964 fecha del Códice 46.

San Millán de la Cogolla desde Suso.
San Millán de la Cogolla desde Suso.
Otros manuscritos y códices que salieron de su escriptorio son el Códice Emilianense de los Concilios (992), la Biblia de Quiso (664) o una copia del Apocalipsis, de Beato de Liébana (siglo VIII), lo que le hace ser uno de los principales escritorios, si no el más notable, de la Edad Media española.

San Millán de la Cogolla, Monasterio de Yuso.
San Millán de la Cogolla, Monasterio de Yuso.
Tras la visita, más interesante por las vistas y su historia que por lo que es arquitectónicamente el monasterio, volvimos a bajar en autobús hasta el Monasterio de Yuso (el de abajo), el más grande, que contiene entre otras maravillas las primeras palabras escritas en Castellano y en Euskera de las que hay constancia (una copia exacta de los mismos. Por eso se dice que La Rioja es cuna del Castellano.

San Millán de la Cogolla, Monasterio de Yuso.
Primeras palabras escritas en Castellano y en Euskera
Corría el año 1053 cuando los restos de San Millán eran trasladados por el rey García IV de a Nájera. Según la leyenda, los bueyes que tiraban de la carreta no pudieron con la carga y se pararon ahí, lo que se interpretó como que el santo deseaba permanecer allí por lo que el rey ordenó construir un nuevo monasterio, el Monasterio de Yuso, construido para ampliar el de Suso, y que destaca sobretodo por sus grandes dimensiones.
Plano del Monasterio de Yuso.
Plano de Yuso.

El monasterio fue reconstruido en los siglos XVI, XVII y XVIII, por lo que en él se conjugan diferentes estilos: renacentista y barroco principalmente.

La portada de acceso al monasterio se realizó en 1661 y en ella aparece el relieve de San Millán “Matamoros” ya que según la tradición combatió al islam junto con Santiago en la batalla de Simancas. El zaguán se hizo poco más tarde en 1689. Se accede al interior por una puerta barroca del siglo XVII que lleva columnas corintias y un relieve de San Millán a caballo, obra del arquitecto Pablo de Basave y del escultor Diego de Lizarraga.

San Millán de la Cogolla, Monasterio de Yuso.
Primeras palabras escritas en Castellano.
Desde el vestíbulo se entra al Salón de los Reyes, que recibe este nombre debido a cuatro lienzos de reyes bienhechores del monasterio. En esta sala se encuentra la reproducción del códice 60, y del folio 72 recto en el que están escritas las Glosas Emilianenses.

Claustro bajo de Yuso.
Claustro bajo de Yuso.
El claustro bajo, conocido como procesional, se comenzó a construir en 1549 por Juan Pérez de Solarte y aunque sus bóvedas son góticas la concepción es renacentista, arcos apuntados, doblados, entre contrafuertes rematados por pináculos góticos con ganchos, poco esbeltos y de labra tosca .

La iglesia del monasterio, de 3 naves, con bóveda estrellada y un bonito cimborrio, es lo primero que se hizo de todo este conjunto, comenzada en el año 1504 por mandato del abad Fray Miguel de Alzaga, y se terminó sólo treinta y seis años más tarde en estilo gótico decadente. La iglesia era para uso de los monjes, por eso parte delantera, estaba destinada sólo para ellos; la parte trasera, era la zona que usaba el pueblo cuando éste podía acceder al templo, de ahí que nos encontremos con dos espacios litúrgicos dentro del mismo edificio.

Retablo Mayor de la iglesia del Monasterio de Yuso.
Retablo Mayor de la iglesia del Monasterio de Yuso.
El grandioso retablo del altar mayor contiene un lienzo de Fray Juan Ricci (considerado el mejor de los pintores claustrales españoles, de la escuela del Greco, que representa a San Millán a caballo en la batalla de Hacinas (Burgos) que ganó el conde castellano Fernán González. La extraordinaria rejería de Sebastián de Medina de 1676, que cierra el coro bajo de la Iglesia, completa el conjunto artístico de la capilla mayor.

Iglesia del Monasterio de Yuso.
Sillería del coro bajo de la Iglesia.
La sillería de coro bajo fue realizada por el tallista flamenco Matero Frabricio en torno a 1640, el trascoro de estilo rococó francés está decorado con esculturas de bulto redondo que representan a discípulos de San Millán y otros santos, destacando por su belleza el púlpito plateresco decorado con relieves de los evangelistas y símbolos de la pasión. El coro alto, algo posterior al bajo, está sostenido por un arco con dieciséis medallones, de la primera mitad del siglo XVII.

Púlpito plateresco de nogal de Yuso.
Púlpito
En esta misma zona de la iglesia se encuentra una de las joyas del monasterio: un púlpito plateresco de nogal, que parece ser de finales del XVI.

El refectorio mayor, el comedor de los monjes, empieza a ser construido en 1580. Decorado con una portada dórica, asientos con pilastras jónicas estriadas y púlpito. Para su realización se contrató al ensamblador Juan de Iriarte en 1597. Las catorce mesas se realizan en 1608. El mobiliario se conserva completo.

Sacristía del Monasterio de Yuso.
Sacristía del Monasterio de Yuso.
La sacristía (s. XVI) es una de las más bellas de España, con un alto valor artístico. En sus orígenes fue la sala capitular y comenzó a usarse como sacristía hacia 1693, época de la que es casi toda las pinturas que podemos admirar, excepto los frescos del techo, que son del siglo XVIII (al igual que las mesas centrales), y que se conservan sin haber sido restaurados con toda la riqueza del color original. La cajonería es de madera de nogal, encima de la cual hay veinticuatro óleos sobre cobre de estilo barroco de procedencia flamenca, madrileña e italiana. Todo ello presidido por un retablo barroco con una bella talla policromada de la Virgen María, Reina de los Ángeles con cetro y corona.

Hasta aquí la primera planta en el orden de la visita, ahora se suben unas escaleras para visitar la segunda planta.

El claustro superior es clasicista, con columnas toscanas, adosadas a pilares, con friso de triglifos y metopas y capiteles adornados con tres rosetas y molduras de ovas en el equino.

Archivo del monasterio de Yuso.
Archivo del monasterio de Yuso.
El Salón de la Lengua, inaugurado en 1977, con motivo de las celebraciones del Milenario de la Lengua Castellana, es hoy el lugar emblemático del monasterio. Está decorado con todos los escudos y banderas de los países hispanos y de Filipinas por las embajadas correspondientes, además de un busto de Gonzalo de Berceo, primer poeta de las letras españolas y notario de este monasterio. En este salón se realizan los actos oficiales y las conferencias relacionadas con el castellano.

La estantería de los cantorales del monasterio de Yuso.
La estantería de los cantorales del monasterio de Yuso.
La estantería de los cantorales el monasterio conserva en su haber veintinueve volúmenes copiados entre 1729 y 1731, recogen todo el año litúrgico entero (sólo se conservan 4 así en toda España).

Archivo del monasterio de Yuso.
Archivo del monasterio de Yuso.
De especial interés es el conjunto formado por la Biblioteca y el Archivo, que pueden ser considerados entre los mejores de la España monasterial. El Archivo medieval consta, fundamentalmente, de dos cartularios (el Galicano y el Bulario) y de unos trescientos documentos originales.

Archivo del monasterio de Yuso.
Yolanda en el monasterio de Yuso.
La Biblioteca se conserva tal como quedó definitivamente amueblada a finales del siglo XVIII. Su verdadero valor e interés radica, no tanto en su número - más de diez mil -, como en los ejemplares raros que conserva. Una de estas rarezas bibliográficas es el "Evangelario de Jerónimo Nadal", impreso en Amberes en 1595 y si raro es poseer un ejemplar de esta edición, más raro es que todas las láminas estén policromadas, una a una.

Sala de exposiciones del Monasterio de Yuso.
Sala de exposiciones del Monasterio de Yuso.
En la sala de exposiciones resaltan las réplicas de los marfiles románicos de las arquetas relicarios de San Millán del siglo XI y de San Felices del siglo XII.

Continuaré el relato de este día en otro artículo.

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