. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Escapada navideña a Escocia. Qué ver y qué hacer en Edimburgo. Parte 3

martes, 13 de marzo de 2018

Escapada navideña a Escocia. Qué ver y qué hacer en Edimburgo. Parte 3

Os contaba cómo llegamos desde Glasgow a Edimburgo, así como nuestras primeras visitas a la capital escocesa con Canton Hill y el Palacio de Holyroodhouse.

Royal Mile de Edimburgo.
Royal Mile de Edimburgo. High Street.

Nada más salir del palacio nos dedicamos a subir por la Royal Mile en dirección al lado opuesto, al Castillo de Edimburgo.

Escocia.
Las cabinas no son lo único típico rojo de Reino Unido.
En el artículo pasado ya os hablé de la Royal Mile, y os conté que se podía subdividir en cuatro tramos, habiendo recorrido nosotros el último de ellos, Canongate, del que ya enumeré sus edificios más notables.

Royal Mile de Edimburgo.
Royal Mile, John Knox House.
Subiendo hacia el castillo por Royal Mile, tras Canongate, tenemos High Street, zona de la que destacaría en su primera parte la John Knox House, la casa medieval más antigua de Edimburgo, del año 1490, que no visitamos en esta ocasión, pero sí en nuestra primera visita a la ciudad, ya que es un museo.

Edimburgo, Catedral de St. Giles.
Edimburgo, Catedral de St. Giles.
Un poco más adelante tenemos la Catedral de St. Giles, de visita gratuita, y que es reconocible por su torre o cúpula en forma de corona real que sobresale del skyline y se distingue desde varios puntos de la ciudad.


Edimburgo, Catedral de St. Giles.
El órgano de St. Giles.
La iglesia actual, ya que realmente no es una catedral, es de finales del s. XIV, aunque fue restaurada en el s. XIX y es posiblemente el edificio religioso más importante de Escocia.

Edimburgo, Catedral de St. Giles.
Interior de St. Giles.
San Giles es el santo patrono de Edimburgo, un santo muy popular en la Edad Media, patrono también de los tullidos y leprosos. Fue aquí donde el predicador John Knox (¿recordáis ese nombre?) estableció la iglesia presbiteriana escocesa dando en 1559 el primer sermón de la Reforma.

Fachada y entrada a The Real Mary King's Close.
Fachada y entrada a The Real Mary King's Close.
Justo frente a St. Giles, todavía en la parte High Street de la Royal Mile, tenemos la entrada a una misteriosa parte de la ciudad, que se puede recorrer en visita guiada (hay tres sesiones en español, pero hay audioguía en castellano para las demás) The Real Mary King’s Close, una "ciudad subterránea" formada por un complejo de estrechos callejones que quedaron sepultados por las nuevas construcciones de las City Chambers (la actual sede del Ayuntamiento de Edimburgo), razón por la que está prohibido sacar fotos, así que debéis saber que las que yo publico están sacadas de la web oficial.

The Real Mary King's Close.
The Real Mary King's Close.
Aunque nosotros teníamos reservada la visita en español más tarde, y volvimos a la hora convenida, aprovecharé para explicaros en qué consiste este fantástico tour que tanto gustó a los niños (y a nosotros).

Hoy en día, este lugar subterráneo es una de las atracciones turísticas más populares, llena de misterio, leyendas e historias reales (de ahí el nombre), pues es lo más parecido a viajar en el tiempo, a la época en la que los closes o callejones de Edimburgo, esos que nacían en la Royal Mile y que todavía perduran alguno de ellos, vivían su pleno apogeo y la vida fluía por sus venas.

The Real Mary King's Close.
The Real Mary King's Close.
Para poneros en situación, debéis saber que en los siglos XVI y XVII, Edimburgo se desarrollaba alrededor de la Royal Mile y sufría un grave problema de superpoblación, por lo que sus habitantes se apiñaban en precarios edificios de hasta 11 plantas, pues la ciudad crecía hacia arriba, con miles de habitantes abarrotados en un puñado de calles, viviendo en condiciones insalubres, muy poco higiénicas y poco seguras.

Esta falta de espacio de la Old Town propició la creación de la New Town (que hoy no visitamos, pero sí que lo hicimos hace 15 años), un nuevo barrio situado en el norte, al otro lado de Princes Street. A pesar de esta ampliación de Edimburgo y de que la densidad de población de la Old Town descendiera, su esqueleto, es decir, la Royal Mile y sus closes, han perdurado hasta nuestros días.

The Real Mary King's Close.
The Real Mary King's Close.
De modo que aquí conoceréis un poquito más de la cara oculta de la ciudad (no es un tour de fantasmas), cómo era el Edimburgo de hace unos siglos a través de las historias cotidianas de sus habitantes y sus antiguos hogares y comercios repartidos por 5 antiguas callejuelas que, aunque hoy son subterráneos, antaño estaban abiertos al cielo. Los otros 4 closes además de Mary King’s Close son Stewart Close, Pearsons Close, Allan Close y Craig Close.

The Real Mary King's Close.
The Real Mary King's Close.
Estos callejones están llenos de comercios de artesanos, compartiendo edificio con los hogares de los más pobres, a pie de calle, en contacto con los desechos que eran lanzados a los closes dos veces al día para que descendieran hasta el lago que había al pie de la colina, espacio que hoy ocupan los jardines de Princes Street, mientras que los ricos vivían en las plantas más elevadas, con más ventilación y lejos de esa suciedad.

The Real Mary King's Close.
The Real Mary King's Close.
Aquí también aprenderéis que en 1644 llegó la peste a la ciudad, que se contagiaba a través de las pulgas de las ratas, cosa que en aquella época se desconocía. La enfermedad se extiende como la pólvora por Edimburgo y el resto de Escocia y por Europa, haciendo estragos en la población dejando una tasa de mortalidad elevadísima en todo el viejo continente. Es totalmente falso que los enfermos de peste fueron arrojados a Mary King’s Close y tapiados en vida para evitar el contagio de la enfermedad al resto de Edimburgo, las autoridades se ocupaban de los enfermos y ya os he contado antes porqué se "sepultó" esta parte de la ciudad.

The Real Mary King's Close.
The Real Mary King's Close.
La otra leyenda o mito de The Real Mary Kings Close, recordad que todo el resto de cosas que os cuente la guía en la visita son ciertas, es que una medium japonesa llamada Aiko Gibo visitó el lugar y dijo haber visto el fantasma de una niña, Annie, que lloraba porque había perdido su muñeca y su familia la había abandonado al contraer la peste. Esta es la razón por la que hay una habitación llena de muñecas y muñecos, pues la medium japonesa compró una muñeca y la dejó en la habitación de la pequeña, y desde entonces algunos los visitantes también obsequian a Annie con ese tipo de juguetes.

Royal Mile de Edimburgo.
Royal Mile de Edimburgo.
De nuevo en la Royal Mile, en el tramo de High Street, que finaliza unos metros más adelante, justo cuando cruza la calle George IV Bridge, por la que vamos a girar (a la izquierda mirando el Castillo) dirigiéndonos al Sur, abandonando, de ese modo y momentáneamente la arteria principal del Old Town de Edimburgo.

The Elephant House.
The Elephant House.
Hay varias cosas interesantes en esta calle, como el National Museum of Scotland, gratuito, del que no hablaré ahora porque en esta ocasión no lo visitamos (sí en nuestra primera vez en la ciudad) o una de las cafeterías más famosas de la zona, The Elephant House, donde J.K. Rowling escribió Harry Potter.

Estatua de Bobby.
Estatua de Bobby.
Estamos en una zona con ambiente universitario debido a la cercanía con uno de los edificios históricos de la Universidad de Edimburgo en Potterow, así que sería un buen momento para comer, pues hay una oferta gastronómica muy variada y para todos los bolsillos: kebabs, buffets asiáticos, restaurantes…

Unos metros más adelante, y sin abandonar la calle George IV Bridge, se encuentra la estatua de Bobby frente a un pub llamado igual.

Cementerio de Gryfriars.
Cementerio de Gryfriars.
El pequeño perro es famoso porque cuentan las leyendas que se mantuvo junto a la tumba de su dueño durante años esperando a que este volviera  justo tras el edificio, en el cementerio de Greyfriars, el cual ya nos sorprendió años atrás cuando vimos las tumbas pegadas a las casas.

Cementerio de Gryfriars.
Cementerio de Gryfriars.
Edimburgo posee varios cementerios antiguos pero probablemente este sea el más conocido de todos tanto por las leyendas de algún que otro habitante del inframundo como por la historia del perrito Bobby. También porque los fans de Harry Potter pueden encontrar la tumba de Voldemort aquí.

Edimburgo, Victoria Street.
Edimburgo, Victoria Street.
 Al salir del cementerio fuimos en busca de una de esas partes de la ciudad inolvidables, de esas que se quedan en la retina durante años, Victoria Street, que con sus fachadas de colores y sus tiendas independientes es una de las calles más curiosas de Edimburgo.

Edimburgo, Victoria Street.
Decoración navideña de Victoria Street.
En la parte baja de Victoria Sreet, por donde empezamos a subir de nuevo hacia la Royal Mile, se halla Grassmarket, un paseo y una plaza peatonal repletos de bares y restaurantes (otra zona perfecta para comer o tomar algo) bastante agradable que hace siglos, hasta 1784, era donde se realizaban las ejecuciones públicas de ciudadanos acusados de algún delito, desde robos o asesinatos hasta brujería.
Hoy es un rincón muy agradable, pero esconde una historia macabra, pues antaño era un escenario de ejecución pública y, hasta 1784, muchos presos murieron ahorcados aquí por delitos o acusaciones de brujería.

Castillo de Edimburgo.
Castillo de Edimburgo.
Como veréis las fotos son ya de noche, porque vinimos aquí tras la visita al Castillo de Edimburgo (que os contaré en el siguiente relato) y que hicimos antes por temas de horarios, pero os lo he contado en este artículo para seguir un orden correlativo de qué ver en la Royal Mile de Edimburgo empezando por abajo, por el Este, en el Palacio de Holyroodhouse.

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