. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: 9 de Septiembre de 2009, Rocamadour y alrededores (Lot)

sábado, 3 de octubre de 2009

9 de Septiembre de 2009, Rocamadour y alrededores (Lot)


Tocaba madrugar, pues algo más de una hora de camino (59km) separaban nuestro camping en Saint Martial de Nabirat de nuestro próximo destino, Rocamadour, donde aparcamos en su parte más baja a eso de las 9:00. Hoy tocaba visita a varios pueblos del departamento de Lot.

Encaramado en el acantilado y dominando el río Alzou, la visión exterior de este místico lugar recostado sobre una pared rocosa es incomparable. San Amadour escogió este rincón para retirarse del mundo. El santuario de la Virgen Negra, importante centro de peregrinación, dio fama a la ciudad. Tras haber alcanzado su apogeo en el s. XIII, Rocamadour fue varias veces saqueada durante la Edad Media y no se recuperó hasta el s. XIX, bajo el impulso de los obispos de Cahors. Hoy es parada obligatoria para los que hacen el camino de Santiago en Francia, y según dicen es la segunda población más visitada del país después del Saint Michelle ( sin contar Paris, imagino).




Los edificios de Rocamadour crecen hacia arriba en el lado de un acantilado, a la derecha del río Alzou, que corre en este lugar entre paredes rocosas de hasta 120 metros de altura. Por varios niveles se accede desde la zona más baja de la ciudad hasta las iglesias, siguiendo un camino que pasa por edificios que se adentran en el acantilado. También existen dos ascensores que por 2€ el primero y 2,5€ el segundo, te llevan a la parte más alta del pueblo.

Entre todas sus construcciones destacamos:

Capilla de Notre-Dame: También llamada la capilla milagrosa, este edificio es el santuario más destacado de Rocamadour. Tras un desprendimiento de rocas sobre la capilla en 1476 el obispo de Tulle, Denys de Bar, emprendió su reconstrucción en estilo gótico flamígero. El santuario sufrió ataques y saqueos durante las guerras de Religión y durante la Revolución Francesa y fue restaurada en el s. XIX. En el exterior del edificio se puede admirar un magnífico fresco del s. XIII que representa una danza macabra, pero es en el interior donde se encuentra lo que ha dado renombre a la ciudad: la Virgen negra, una talla de gran hieratismo que se remonta al s. XII. Con el niño Jesús sobre su rodilla izquierda, está rodeada de una multitud de objetos donados en señal de agradecimiento por sus favores. Con cada milagro, sonaba una campana del s. IX que aún cuelga de la bóveda. Al salir de la capilla, se puede ver clavada en la roca una espada que sería, según la leyenda, Durandal, la espada de Rolando.

El Fuerte: En la cima del acantilado romano, no se encuentra el castillo construido en la edad media para defender a los santuarios, sino una pared fortificada del siglo XIV y un castillo construido en el siglo XIX, con un campanario del siglo siguiente. El Fuerte es el antiguo palacio de los obispos de Tulle. Allí es donde se fabricaban las insignias sagradas, "sportelles" o "senhals", que se entregaban a los peregrinos penitentes. Las vistas desde aquí arriba son impresionantes, tal y como se aprecia en las fotos y en el vídeo que os muestro.
Calle de Rocamadour.

Afueras de Rocamadour.

Callejeando por la "reina" de los santuarios.

Vistas desde el fuerte.

Preciosa vista de Rocamadour.

Como es habitual, os dejo con nuestro vídeo de Rocamadour, y también con otro vídeo de esta pequeña localidad de casi 700 habitantes, de la revista muchoviaje:




Como terminamos la visita de Rocamadour pronto, y sólo llevábamos preparada para el día de hoy la visita a tres pequeños pueblos de los alrededores, decidimos visitar las llamadas Gouffre de Padirac.

Llegamos a las grutas cerca de las 12:00 horas, pero entre la cola para entrar, la visita y la cola para coger los barcos, salíamos de allí y comíamos cerca de las 15:00.

La sima de Padirac es una de las mayores curiosidades geológicas de Francia. Después de una bajada vertiginosa por ascensor o escaleras a 103 metros de profundidad, y unos minutos caminando por dentro de la cueva, empieza un paseo en barca sobre un río subterráneo a lo largo de majestuosas galerías. Aparece entonces el "gran colgante", una estalactita gigante de 60 metros de altura. Llegamos después al precioso lago de los "gours" y finalmente a la Sala de la Gran Cúpula, cuya bóveda se eleva 94 metros. Después de la visita guiada (en francés), volvemos por el camino por el que vinimos, también en barca.

No está permitido grabar ni hacer fotografías (aunque yo hice una), pero si queréis ver una visita virtual o algunas instantáneas, pasaros por la web oficial. Por otro lado, las cuevas están muy bien, aunque no son de las más espectaculares en las que hemos estado.

Como ya adelanté, comimos aquí mismo, al lado del parking en mesas y bancos de madera preparados para eso.

Tan solo 10 kilómetros nos separaban de Autoire, nuestra siguiente parada en el camino. La parada no fue nada larga, apenas 20 minutos, pues pese a que el pueblo es encantador y muy recomendable, más teniendo en cuenta la cercanía con Rocamadour, sus dimensiones son reducidas (menos de 400 habitantes). Os dejo con alguna foto del pueblo.

Centro de Autoire.

Autoire.

Y como no con nuestro vídeo:



Unos 5 km. al Noroeste se encuentra otra pequeña población (unos 500 habitantes) digna de ver, Loubressac. En esta ciudad medieval, los callejones floridos convergen sobre una plaza sombreada donde se eleva la iglesia de los XII y XVI siglos. Está situada en lo alto de una colina, por lo que las vistas del valle desde Loubressac son de las mejores. Como en el pueblo anterior, un corto y placentero paseo de menos de 30 minutos basta para deleitarte con casas, fachadas, callejuelas y todo lo que ofrece el pueblo.

En la plaza central de Loubressac.

Loubressac.

Vídeo de Loubressac:



Por último, antes de volver a nuestro camping, hicimos una parada más, en Carennac, a unos 9 km. de Loubressac.
Uno de los emblemas de Carennac son las vistas de la ciudad, compuestas por una sucesión de casas de aspecto muy peculiar. Construidas en piedra blanca o amarilla, muchas de ellas poseen ventanas con adornos que dan al pueblo un toque original.

Las construcciones medievales de Carennac incluyen una altísima torre que sorprende a los turistas en medio del pueblo, mientras uno recorre las calles disfrutando del maravilloso paisaje. Las fortificaciones, impresionantes muestras de la arquitectura de defensa militar, incluyen la Iglesia de Saint-Peters, de estilo gótico, que se destaca especialmente por las increíbles arcadas de proporciones monumentales.

Imágen más característica de Carennac.

Vídeo de Carennac:



Por cierto estas tres últimas poblaciones pertenecen a una asociación llamada "los pueblos más bellos de Francia". Uno de los requisitos para pertenecer a este "club" es tener menos de 2.000 habitantes y actualmente la componen 152 pueblos.

Un par de horas después estábamos de vuelta al camping, cena, charla y a dormir...

1 Comment:

Elisa said...

Saludos desde Rosario, Argentina
Hermosas fotos
Elisa