. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Domingo 7 de Febrero del 2010, de Tánger a Chefchaouen

sábado, 20 de febrero de 2010

Domingo 7 de Febrero del 2010, de Tánger a Chefchaouen


Antes de empezar con el relato os aviso que todas las fotos que acompañan el artículo son de Chefchaouen (de la medina ), pues aunque pisé Tánger y Tetuán, por temas de tiempo y preferencia, decidí prescindir de ambas ciudades. Eran cerca de las 10 de la mañana cuando ya tenía la mochila (10,5 kg.) a la espalda, pues el avión había sido muy puntual y las maletas no tardaron nada en salir del pequeño aeropuerto de Tánger. Nada más salir los taxis esperan impacientes a los usuarios, pues el corto trayecto desde aquí hasta cualquier punto de la ciudad cuesta la friolera de 100 dirhams, y es precio fijo, así que lo mejor es esperar un poco y compartir el taxi (cosa que yo no hice).



Mi destino era la estación de autobuses para coger uno e ir a Chefchauen. El precio era de 27 dirhams, pero salía a las 13:00 por lo que llegaría a Chauen pasadas las 16:00, así que compré un billete por si acaso y esperé frente a la estación de autobuses a que algún taxista me hiciera un buen precio para llegar a Chefchauen. Mientras devoraba mi bocadillo de pamplonés (imposible de conseguir por estas tierras) se me iban acercando taxistas, pero me pedían por el trayecto 600 dirhams, luego 500 y así hasta que llegaron a 200 dirhams, que aunque era un poco caro, era un precio aceptable, lástima que no viera algún turista con el mismo destino para compartir taxi, y por lo tanto el precio del mismo. Lo más lógico hubiera sido compartir taxi hasta Tetuán, y allí compartir taxi hasta Chauen.

Empezaba mal el viaje económicamente, pues llegar a Chefchauen me estaba costando entre unas cosas y otras unos 30€, aunque por otro lado llegaba a Chefchauen cerca de las 13:00 y le ganaba unas 3 horas al día, lo que me iba a ahorrar una noche en Chefchauen y así ir más relajado el resto del viaje.

Para los interesados en el tema os diré que menos de un segundo después de pagar al taxista, ya tenía un local ofreciéndome hachís, durante mi estancia allí, serían muchos más. Si quieres, compras, si dices que no, no te insisten.

La más bella de las ciudades rifeñas Chaouen (o Chefchaouen) está situada 115 km de Tánger, en el extremo occidental de la cadena montañosa del Rif. Es el centro administrativo de la provincia del mismo nombre. El nombre Chauen proviene de la palabra berberisca shawen, que significa "cuernos", debido a los dos montes entre los que está edificada (Djebel Efchaouen). De manera que el nombre oficial marroquí Chefchaouen (Shifshawen) significa "mira los cuernos". Este nombre pasó al español inicialmente como Xauen, aunque desde tiempos recientes se utiliza más la forma Chauen.

La ciudad se fundó en 1471 sobre una pequeña población bereber y fue habitada, en gran parte, por exiliados de Al-Ándalus. Su fundador, Moulay Ali Ben Rachid, la construyó inicialmente como defensa contra los portugueses, continuando así la obra iniciada por su primo Abi Joumâa. Según cuenta la tradición, la hizo parecerse al pueblo andaluz de Vejer de la Frontera puesto que le había prometido a su esposa Lalla Zahra, una noble española convertida al Islam, que la ciudad se parecería a su ciudad natal.

Chauen fue durante siglos considerada una ciudad sagrada, por lo que su acceso estuvo prohibida a los no musulmanes hasta 1920, año en el que los españoles tomaron la ciudad en cumplimiento del tratado de Algeciras de 1906. Francia y España se repartieron desde entonces la gestión colonial de Marruecos hasta su independencia en 1956.

La población actual de la ciudad está compuesta por unos 45.000 habitantes , cuya principal ocupación viene a ser la agricultura, la ganadería, el comercio y, últimamente, el turismo. La provincia tiene una extensión de 4.350 Km2 y cuenta con una población de unos 524.600 habitantes (2004).

En esta pequeña población tenía dos noches contratadas mediante hostelworld en la Pensión Souikka, que está en una casa tradicional andaluza en la parte antigua de la ciudad, la medina.

Cuenta con 13 espaciosas habitaciones, todas con camas nuevas y pequeñas mesas. No tienen
muebles, pero los huéspedes pueden disfrutar en dos salas de estar, de sofás y mesas. Se puede usar una cocina (con todo su contenido).
Tiene 4 cuartos de baño (con baños y ducha de agua caliente).También puede utilizar una amplia terraza, incluso para dormir bajo las estrellas (35 DH), pero sólo en verano. Los precios incluyen sábanas, almohadas y mantas.
Se puede obtener un desayuno (pan con mantequilla y mermelada, zumo de naranja y té a la menta; 20 DH) o bebidas, como café, leche, coca cola, etc, 6 DH.

Este y el de Casablanca eran los únicos alojamientos que llevaba previamente reservados desde España, pero si no hubiese tenido sitio para dormir (costaba 60 dirhams la habitación para uno), justo al lado hay otra pensión un poco más barata.

Llegué a la pensión, ubicada en el centro de la pequeña y tranquila medina de Chauen. Si nos adentramos en la medina por algunas de sus 5 puertas y nos dejamos llevar por los sentidos, nos sentiremos inundados a veces por tantas sensaciones nuevas, como los olores a pan recién hecho del horno de leña o Tajin listo para comer. Con sus casa blancas, puertas y ventanas pintadas en todos los tonos de azul posible desde el turquesa al casi violeta, sus tejas y los hierros forjados de sus rejerías, Chaouen es un prodigio de armonía de volúmenes y colorido. Sus tiendas, repletas de color, y con todos los objetos típicos para turistas como pendientes, collares, ropa y mantas de lana, babuchas, carteras de piel, artículos de cerámica y un largo etcétera. Si tenéis tiempo, pasar de las tiendas y buscar lo que sean cooperativas bereberes. Aquí, al ser el lugar donde se manufacturan los productos, encontrareis los precios más bajos. Yo no compré nada, así que sólo os puedo dar una referencia, unos 30 dátiles me costaron 10 dirhams. Os aconsejo llevar una botella de whisky del más barato, y varias botellitas (100ml.) vacías de yogur. Una vez allí rellenarlas y cambiarlas por las babuchas, mantas, camisas o por lo que queráis, ya que allí es difícil comprar alcohol, pero hay mucha gente que empina el codo.
Su trazado sinuoso en la falda de la montaña contribuye a que cada recodo descubra un ángulo interesante.

Me dirigí a la animada plaza Uta el-Hamman, repleta de cafés y restaurantes es el corazón del casco antiguo y el punto donde convergen casi todas las calles. Rodeada de árboles y pavimentada con piedras, posee una céntrica fuente de cuatro lados, decorada con arcos y azulejos verdes (ahora sin agua). También rebosan los puestos con productos para los turistas como los enumerados anteriormente. En la plaza se encuentran la mezquita y la Kasba.Restaurante Aladin, el más famosos entre los turistas.

Plaza Uta el-Hamman.

La Kasba presidiendo la plaza.

Plaza Uta el-Hamman.

A la derecha se puede admirar, Yamma el Kebir (S. XVI)(la Gran Mezquita) destaca por la forma octogonal de su minarete de estilo andalusí(del S.XVII). Lo decoran tres hileras de arcos adintelados y lobulados sobre un fondo de color ocre. Su hilera superior destaca por su ornamentación con alicatado Zellij.

Mezquita Yamma el Kebir.

Frente a ella, los restos de la kasba , precio 10 dirhams,(S.XV-XVII), con murallas almenadas de arena roja y sus diez torres rojas o bastiones, que dio origen a la ciudad y que hoy en día es el alma de Chaouen. En su interior encantadores jardines de estilo andaluz con fuentes y un pequeño e interesante museo etnográfico, el Musée Ethnographique, en el que destacan la colección de instrumentos musicales tradicionales y los espléndidos palanquines de madera pintada. Posee también colecciones de cerámica, armas, bordados y trajes.

Entrada de la Kasba.

Jardines de la Kasba.

Interior de la Kasba.

Museo de la Kasba.

Museo de la Kasba.


Museo de la Kasba.

Jardines de la Kasba.

Vistas desde la torre de la Kasba.

Más vistas.

Y otra.

La plaza vista desde la torre.

Casi pegada a la plaza Uta el-Hamman, se encuentra la Plaza de Makhzen con el hotel Parador, la parada de taxis y el parking público, desde donde se puede tomar un callejón que sale hacía el noreste a Bab el-Ansar y la fuente o manantial Ras el-Maa, uno de los lugares más bonitos de Chaouen. La presencia de este manantial subterráneo fue la razón por la que se construyó aquí la ciudad. Un corto paseo de 15 minutos como máximo te llevan bajo el relajante sonido del agua. Se puede bajar al lado del riachuelo, ver como las mujeres hacen la colada y como funcionan todavía los molinos hidráulicos. Este precioso camino nos lleva al Rif Sebbanin, el barrio de los lavaderos, con la Plaza de Sebbanin y su mezquita del siglo XV.

Ropa secando se al sol.

Mujeres haciendo la colada.

Puerta Bab el-Ansar.

Algunas ideas más en Chefchaouen:

- bajar a la parte nueva de la ciudad un lunes o jueves para conocer el mercado donde la gente de la montaña con sus vestidos tradicionales ofrecen sus productos. Yo no tuve la oportunidad.

- subir a la pequeña mezquita Jemaa Bouzafar desde Ras el-Maa para ver la puesta del sol. Esto si que lo hice, una caminata montaña arriba por un sendero lleno de cactus, cerezos, burros y al final unas vistas espectaculares de Chaouen, pues lo que es la mezquita la están rehabilitando y está en obras.

Subiendo a la mezquita Jemaa Bouzafar.

Subida a la pequeña mezquita.

La mezquita Jemaa Bouzafar.

La kasba desde Jemaa Bouzafar.

Chefchaouen desde lo alto.

Los cerezos del camino.

Burros, muy numerosos por Marruecos.

Chefchaouen.

Ya por la noche, después de comerme el último bocadillo que traía desde España y ducharme, me fui a dar una vuelta más, y después, antes de dormir, me quedé charlando en el salón común de la pensión con una pareja de Alicante y con una chica sevillana que vivía en la pensión mientras no encontraba curro.

Puesto de fruta.

Plaza Uta el-Hamman.

Plaza Uta el-Hamman.


Gran Mezquita.

En un principio tenía la reserva para dos noches, pero al llegar antes de lo previsto, y pese a tener que pagar dos noches (120 dirhams), decidí coger el primer bus del día siguiente en dirección a Fez.

1 Comment:

grandes viajes said...

Se nota que el lugar que han visitado ha sido magnifico