. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Jueves 11 de Febrero de 2010, Meknes-Volubilis-Mulay Idriss-Meknes

martes, 23 de marzo de 2010

Jueves 11 de Febrero de 2010, Meknes-Volubilis-Mulay Idriss-Meknes



Me levanté el primero así que fui el "encargado" de despertar a Ricky y a Fito. Habíamos quedado a las 9 en la plaza el-Hedime con Eli y Iolanda además de con el taxista que nos trajo desde la estación de ferrocarril. El precio pactado el día anterior fue de 300 dh. o sea 50 dh. por persona por llevarnos hasta las ruinas romanas de Volubilis, el cercano pueblo Mulay Idriss y volver a Meknes a mediodía.

Antes de eso nos duchamos, pasamos las maletas a la "habitación de guarda maletas" y de camino nos zampamos un pastel marroquí cada uno. Bueno, más que un pastel era un trozo de mese con azúcar por encima, relleno de nocilla, por menos de 5 dh.



Volubilis ( 20 dh.) son las ruinas de la antigua capital romana de la Mauritania Tingitana. Se pueden admirar el foro, capitolio, mercado, arco de triunfo, termas, barrios de casas y almazaras, que constituían su riqueza. Aunque las estatuas se encuentran en el museo de Rabat, las ruinas y los mosaicos merecen cumplidamente la visita.

Los vestigios de esta ciudad antigua, que forman un conjunto notable por la belleza del lugar y la amplitud de las ruinas, harán las delicias de los apasionados de la antigua Roma.

Aunque el relato la visita guiada que expongo a continuación es bastante claro (es una mezcla de varios trozos de distintas guías) y el plano ayuda bastante, una vez en el terreno es bastante difícil saber donde está cada cosa y te puede costar ubicarte. Si quieres ganar tiempo lo mejor es hacerte con un guía. A nosotros nos siguió un marroquí muy simpático intentando vendernos postales, el que veis sentado en el solarium de la derecha. Poco a poco fue guiándonos y contándonos la historia de la ciudad y donde estaba cada casa. La verdad es que no teníamos intención de contratarlo, pero se lo curró mucho, así que al final de la visita le dimos 50 dh. Fue particularmente gracioso cuando nos enseño el prostíbulo de la época, pues "engañó" a Ricky y a Iolanda para que se sentaran en una piedra donde estaba él sentado, en una posición en concreto, y cuando se levantó los dejó tal y como se ve en la foto. No recuerdo con exactitud cada foto a que casa pertenece (algunas si), pero si estáis muy interesados siempre podéis pinchar en la web oficial del sitio arqueológico.

Je, je, je...

Yo no podía ser menos.

Desde el puente sobre el uadi Fertassa, un camino asciende a través de la tupida vegetación hacia la parte más antigua de la ciudad, donde pueden verse un almacén de aceite y la casa de Orfeo, que no solo destaca por su tamaño, sino por conservar admirables mosaicos, uno de los cuales representa a “Orfeo y la lira”, el más grande hallado en las ruinas. A la izquierda del atrio, en el suelo del triclinium, el mosaico muestra nueve delfines retozando en medio de las olas. Al lado se encuentran las termas de Galiano donde todavía distinguimos la sala de calderas donde se calentaban los calderos de bronce.

Hacia el norte está el foro ( la foto de la derecha es del foro y la basílica), plaza pública rodeada de termas y ubicada, al igual que otros edificios importantes, en el corazón de la ciudad. En el lado este del foro hay un pequeño tramo de escalones y tres arcos que conducen a la Basílica. Aquí se reunía la curia (senado) y hacía las veces de bolsa comercial y de tribunales. El templo se distingue por sus columnas con capiteles corintios y por el pequeño altar al pie de una amplia escalera. Al sur de la basílica está el Capitolio, donde se ejecutaban ritos públicos en honor a Júpiter, Juno y Minerva.

Yo, Ricky, Eli, Fito y Iolanda.

El Capitolio.

El Capitolio.

Un poco más adelante nos encontramos la Casa del Atleta (mosaico de la izquierda), que toma su nombre del atleta “desultor” o saltador de cuádriga, que participaba en los Juegos Olímpicos. Éste saltaba de su caballo o su cuádriga en medio de una carrera y volvía a montar inmediatamente. Dentro hay un mosaico que reproduce al desultor en forma de parodia, desnudo montado en un burro de espaldas a tiempo que sujeta un cántaro a modo de premio.
Tras ella aparece la Casa del Perro, al oeste del arco de triunfo, de planta típicamente romana. Una puerta doble se abre a un vestíbulo que a su vez conduce al atrio. Esta dependencia, rodeada en tres de sus lados por una columnata, alberga un estanque y da paso a un comedor o triclinium. En 1916 se descubrió la estatua de bronce de un Perro, de ahí el nombre de la casa. Hoy se expone en el Musée Archéologique de Rabat.

Más lejos, a la izquierda, puede verse el Arco de Triunfo, erigido según la inscripción del mismo en el 217 d.C. por el gobernador Marco Aurelio. Estaba coronado por un carro tirado por seis caballos. El arco se reconstruyó en 1933 y señalaba el inicio del Decumanus Maximus, la vía principal de casi 500 metros de longitud y 12 metros de ancho y que llegaba hasta la Puerta de Tánger, al noreste. A lo largo de esta larga arteria se alineaban las mansiones de los poderosos de la ciudad y donde se pueden observar bellos mosaicos. La Casa de las Columnas, la Casa del Caballero (con un mosaico que representa a Baco espiando a Ariana dormida), la Casa de los Trabajos de Hércules, la Casa de las Cuatro Estaciones y la Casa del baño de las Ninfas, componen el barrio noble y poseen mosaicos. La Casa de Gordiano, de un gobernador romano, destaca por las 12 columnas que se elevan delante de ella y por el estanque en forma de herradura.
Volviendo hacia el arco de triunfo, se encuentra la mansión más suntuosa del complejo, la Casa del Cortejo de Venus, cuyas habitaciones ( o lo que queda de ellas) están pavimentadas de mosaicos.
Paralelo a esta vía principal, y unos metros más al sur, todavía podemos observar algunos tramos del acueducto que transportaba agua a la ciudad.

Mosaicos.

Vía Decumanus Maximus.

Más mosaicos.

La casa de las columnas.

Mosaico de Medusa.

Todos bastante bien conservados.

Parte de un molino.


Uno más.

El último.

Desde muchos puntos de las ruinas se divisa perfectamente nuestro siguiente destino, Mulay Idriss, a unos 2 kilómetros de Volubilis y 26 de Meknes. Si os fijáis en las fotos, tiene forma de dromedario.

Situada en el macizo del Zerhoun, esta encantadora ciudad, está considerada ciudad santa por los marroquíes, pues Mulay Idriss alberga la tumba del primer soberano que reinó en Marruecos. Cada año, en los meses de agosto o septiembre, miles de fieles peregrinan a Mulay Idriss, atrayendo también a viajeros interesados y dando lugar a un animadísimo evento con mucho color tradicional.

Como siempre se nos pegaban los guías pese a decirles que no queríamos a nadie, así que finalmente nos acompañó un chico muy a nuestro pesar, al que al final del trayecto le dimos sólo 20 dh. entre todos.

La ciudad está construida en pronunciada pendiente y la mayoría de los callejones tienen peldaños. El barrio de Khiber domina el resto de la ciudad, que puede contemplarse desde la terraza adyacente a la mezquita de Sidi Abdallah. Desde allí se baja hacia la zauía de Mulay Idriss, que no se puede visitar. El minarete cilíndrico, construido en 1939, tiene un techo de cerámica verde con textos extraídos del Corán.

Los "vehículos" de Mulay Idriss.

Atrás en lo alto el barrio de Khiber.

Mulay Idriss y su zauía.

Volubilis vista desde Mulay Idriss.

Antes de volver al taxi nos dimos un paseo por el pequeño mercado que hay junto a la plaza central. Os dejo con unas cuantas fotos del mercado.

Pollos vivos, los matan cuando los compras.

Lo mismo pasa con los pavos.

Mercado.

Puestos de fruta.

Mercado.

Volvimos a Meknes y ya era hora de comer. El taxi nos dejó de nuevo en la plaza el-Hedime, justo delante de la majestuosa puerta Bab Mansour o Puerta del Victorioso, de dimensiones colosales (16m. de altura) y notable por su decoración. Está considerada una de las más bellas del país. La comenzó a edificar Mulay Ismail cerca de 1672 y la terminó su hijo en 1732.

Convencimos a Eli y Iolanda para comer en el bar donde cenamos la noche anterior, así que una hora más tarde ( lo que tardaron en hacernos la comida) estábamos disfrutando de un tradicional tagine cocinado a fuego lento. Con bebida incluida salimos a 35 dh. por persona.

Después de comer me despedí de los cuatro y continué visitando Meknes. Me adentré desde la plaza por la medina, entre los zocos y mercados, callejeando y haciendo algunas compras para mi mujer hasta llegar a la Madresa Buoinania ( 10 dh. ). Famosa por su decoración en mosaico de loza, estuco y madera esculpida (siglo XIV) y la vista que ofrece de la medina. Esta escuela Coránica situada frente a la Gran Mezquita (no visitable para los no musulmanes) es del S XIV. Después de callejear sin seguir ningún camino en particular, perdiéndome entre la gente, volví a la Plaza el-Hedime y de allí a la Kasba o Ciudad Imperial. El Barrio Dar el-Keriba (Kasba o Ciudad Imperial) es alrededor de 4 veces más grande que la medina. Lo protege una línea doble de murallas y monumentales puertas, dando similitud de alcázar inexpugnable, pero no tiene demasiado interés.

Puesto de dulces marroquíes.

Puesto de aceitunas.


Mercado.

Callejeando por Meknes.

Zocos.

Actuaciones en la plaza el-Hedime.

Entretenimiento para los locales.

Kasba o Ciudad Imperial.

Kasba o Ciudad Imperial.

Cené un bocata por 10 dh. y me fui al hotel a descansar, al día siguiente tocaba viaje en tren hasta Rabat.

4 Comments:

Javier Adán said...

Siempre da gusto visitar tu blog.
Un sld.

Elisa said...

Hola,
Qué hermosos lugares se descubren en V/ compañía :)
Saludos cordiales y que pases una hermosa Semana Santa
Elisa, Argentina

M.Eugenia said...

LLegue hasta aquí desde facebook, precioso post, una maravilla los mosaicos y sobre todo la escritura cufica del cilidro verde.
Saludos

www.recorrerelmundo.es

Chipilofan said...

Hola me gustaria hacer intercambio de enlaces, espero su respuesta en mi Sitio Web

http://facebook-argentina.blogspot.com/

Att. Jose Ignacio!