Después de visitar Cordes-sur-Ciel, recorrimos los 25 kilómetros que nos separaban de Albi para conocer esta preciosa ciudad de Francia, o pueblo grande, porque viven alrededor de 50.000 personas aquí.
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Albi, la ciudad roja, es Patrimonio de la Humanidad. |
Albi, conocida como la ciudad roja, es Patrimonio de la Humanidad desde el 2010 y posee la catedral de ladrillo más grande del mundo, dos de las varias razones para visitarla.
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El Palacio de la Berbie es un imprescindible de Albi.
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El Palacio de la Berbie alberga el museo de Toulouse-Lautrec. |
Después de aparcar en el aparcamiento del Mercado Cubierto de Albi, un lugar muy céntrico, nos dirigimos al cercano
Palacio de la Berbie, que fue el Palacio Episcopal, conocido también como Casa del Inquisidor, uno de los edificios más impresionantes y bonitos que ver en Albi.
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Jardines del Palacio de la Berbie, Albi. |
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Vistas del Puente Viejo y el barrio de la Madeleine, Albi. |
Aunque en su interior está el
museo de Toulouse-Lautrec (el pintor nació aquí), decidimos no pagar la a entrada al museo, pero sí pasear por los
jardines de este palacio, que eso es gratuito, y merece la pena porque las vistas del otro lado del río Tarn son preciosas, con el
Puente Viejo y el barrio de la Madeleine como telón de fondo.
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Albi, Catedral de Santa Cecilia o Catedral de Sainte-Cécile. |
Prácticamente al lado se eleva el que es el edificio más emblemático de Albi, la
Catedral de Santa Cecilia o
Catedral de Sainte-Cécile, símbolo indiscutible de la ciudad, y, como había adelantado, la catedral de ladrillo más grande del mundo (catedral, no iglesia, la iglesia de ladrillo más grande del mundo es la de Santa María de Gdańsk), construida, al igual que muchas de las casas del casco antiguo de Albi, con los ladrillos que se fabricaban con la tierra extraída del río Tarn, pues no hay canteras en los alrededores.
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Albi, Catedral de Santa Cecilia o Catedral de Sainte-Cécile.
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Esta obra maestra del estilo Gótico fue levantada entre el s.XII y el s.XV, luce imponente tanto por su altura como por su aspecto defensivo, y sus medidas son 113 metros de largo, 35 de ancho, llegando su torre campanario hasta los 78 metros de altura
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Interior de la Catedral de Santa Cecilia o Catedral de Sainte-Cécile.
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Si su exterior es impactante, su interior no lo es menos, toda una obra de arte, donde no hay prácticamente ni un centímetro sin pintar, siendo la catedral pintada más grande de Europa, con 18.500m² de frescos. No suelo entrar a las iglesias o catedrales cuando hay que pagar, salvo en contadas excepciones, y aunque esta es gratuita (solo hay que pagar para ver el coro y el tesoro), su belleza y originalidad haría que mereciera la pena, de hecho creo que es una de las catedrales más bonitas de Europa.
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El barrio de Castelviel, las letras de Albi. |
Pegado a la catedral tenéis el pequeño
barrio de Castelviel (Castillo viejo), la cuna de la ciudad. donde está el cartel con las
letras de Albi, es uno de los que no os podéis perder.
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Albi, barrio de Castelviel, Place Savene. |
Allí las casas construidas con ladrillo rojo se entremezclan con las pintadas en tono pastel, ambas con los entramados de madera que tanto nos gustan.
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Albi, barrio de Castelviel, Place Savene.
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Albi, barrio de Castelviel, Place Savene.
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La joya escondida del barrio es la
Place Savene, uno de los rincones más bonitos de Albi, una plaza cerrada con una única entrara o salida que es un verdadero remanso de paz, no os la podéis perder.
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Albi, casas de ladrillo rojo del barrio de Castelnou. |
También al lado de la catedral está el
barrio de Castelnou, el castillo nuevo, el barrio más nuevo, construido en el siglo XII, también pequeño pero más grande que el anterior.
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Albi, casas de ladrillo rojo del barrio de Castelnou. |
Tanto uno como el otro son una preciosidad, pero este barrio está repleto de casas de entramados de madera construidas con el ladrillo rojo, lo que le atribuye al mismo un resultado verdaderamente particular.
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Albi, barrio de Castelnou, Maison du Vieil Alby.
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La gran protagonista de Castelnou es la
Maison du Vieil Alby, una preciosa casa medieval, la más antigua de Albi, con una exposición de Toulouse-Lautrec en su interior (lamentablemente estaba cerrada).
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Albi, la colegiata románica de Saint-Salvy. |
La
colegiata románica de Saint-Salvy, del s.XI, es la iglesia más antigua que ver en Albi y aunque está un poco escondida entre las callejuelas del casco antiguo de la ciudad, merece la pena acercarse.
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El claustro de la Colegiata de Saint-Salvy. |
Lo más bonito es su claustro, una verdadera maravilla que ha quedado encajonada entre las viviendas colindantes, como una especie de patio común
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Albi, la ciudad roja, es Patrimonio de la Humanidad.
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Aunque seguro que hay más rincones interesantes en Albi, eso es lo que nosotros visitamos del casco antiguo de la ciudad.
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El Mercado cubierto de Albi. |
Finalmente regresamos al punto de partida con la visita, y alguna compra, en el
Mercado cubierto de Albi, un coqueto mercado de 1902 muy próximo a la Catedral que abre de martes a domingo por las mañanas, como no podía ser de otro modo, construido en ladrillo rematado con techo de metal.
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Mapa turístico de Carcasona o Carcassonne. |
Después de la visita a Albi nos desplazamos hasta
Carcasona o
Carcassonne, una preciosa ciudad medieval rodeada de murallas y con un precioso castillo que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.
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Vistas de Carcasona o Carcassonne.
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Vistas de Carcasona o Carcassonne.
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Era la segunda vez que Yolanda y yo visitábamos la ciudad, pero quisimos volver para que Joel viera qué bonita es, porque nos venía de camino a nuestro alojamiento, de modo que hicimos una visita fugaz, no concienzuda como solemos hacer, así que lo mismo haré con el relato.
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Murallas y torres de Carcasona o Carcassonne. |
La
Cité, como se conoce a la ciudad medieval o casco antiguo, cuenta con 52 torres y 2 murallas concéntricos que suman 3 km de murallas.
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Habrá que madrugar para visitar Carcasona.
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Os voy a dar un consejo, intentad estar allí muy temprano porque hay pocos sitios en el mundo que se llenen de turistas como Carcasona, ríos de gente abarrotan sus calles a diario, así que la mejor manera de evitarlo es madrugar, o, como hicimos la primera vez, pasear por allí de noche, cuando el turismo de paso ya no está.
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Castillo de Carcasona o Carcassonne. |
Cuando llegamos nosotros, pasadas las 15:00, no pudimos deja volar nuestra imaginación en las torres del castillo, porque estaba ya cerrado, ni admirar la ciudad medieval desde lo alto de sus murallas, ya que a las mismas se accede desde el castillo.
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Carcasona o Carcassonne, Porte Narbonnaise. |
Así que nos perdimos por las callejuelas medievales, buscando la
Porte Narbonnaise, con sus 2 torres gigantesca, la entrada principal de la ciudad medieval, para regresar a la
Porte d'Áudere, por donde habíamos accedido al recinto amurallado.
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Callejeando por Carcasona o Carcassonne. |
Después regresamos a nuestro alojamiento donde cenamos y recargamos las pilas para empezar al día siguiente con la batería llena, que falta nos hacía.
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