. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Opción low-cost (gratis) en Castellón-La Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.

lunes, 21 de julio de 2014

Opción low-cost (gratis) en Castellón-La Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.

Hace ya unos meses que estoy colaborando con empresas de la provincia para mostrar a mis lectores que posibilidades de ocio para disfrutar y descubrir la provincia donde vivo, Castellón.

De momento he publicado tres de ellas, pero poco a a poco iré publicando más:

-Ala Delta en Castellón
-Temps Actiu Multiaventura en Sant Joan de Moró
-Espadán Aventuras, Deportes de Aventura en Gaibiel

Pero hoy no os voy a contar nada sobre actividades que cuestan dinero, lo de hoy es low-cost, tanto que es completamente gratis, os voy a explicar una de las rutas más bonitas del litoral de la provincia de Castellón, de esas que no nos dejará indiferentes y que podemos hacer tanto en bicicleta, como andando, corriendo, o, si es vuestro caso, en silla de ruedas (turismo accesible), la Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa del Mar.

Benicàssim, km 0 de la Vía Verde.
Benicàssim desde la Vía Verde.
El recorrido es un autentico paseo, ideal para hacerlo en familia, como nosotros, ya que no hay apenas desnivel, y la longitud del mismo son 11 km ida y vuelta, así pues los niños iban en bici y nosotros andando. La ruta sigue el antiguo trazado que realizaba el tren, ahora acondicionado. En el recorrido pasaremos por diversos túneles, uno de considerable tamaño, y pasearemos casi en todo momento al borde del mar con unas buenas vistas de la costa, algunas playitas poco accesibles y poco frecuentadas y pequeños acantilados.


Mapa de la Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.
Mapa de la Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.
Recomendaciones: aunque es un paseo muy agradable, zapato deportivo cómodo, y tenemos que ir con cuidado, ya que está muy frecuentado como podréis comprobar, sobre todo los meses de verano, de modo que deberíais ir por la zona asfaltada si vais en bici y por la zona de tierra si vais andando o corriendo. Llevad bebida, pues no hay fuentes ni bares en el trayecto.

La Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.
Uno de los túneles de la Vía Verde.
La ruta la empezamos desde la parte Benicàssim, famosa localidad de veraneo y conocida por el festival de verano FIB de música independiente y nos dirigimos hasta Oropesa.

La Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.
Vistas desde la Vía Verde.
El acceso de la vía verde esta junto a la playa del Voramar, en el final de la misma. Una vez estamos junto al hotel del Voramar pasamos por debajo de un puente, en dirección hacía el Palassiet, y antes de llegar a este, a nuestra izquierda hay una explanada acondicionada como parking público gratuito, donde dejamos el coche.

Benicàssim, km 0 de la Vía Verde.
Benicàssim, km 0 de la Vía Verde.
Seguimos la calle, pasamos junto al Palassiet, y en unos metros llegamos a la Vía Verde, no tiene pérdida, estamos en el km 0 de la misma, y en estos primeros pasos damos la espalda a la alargada panorámica de las playas de Benicàssim como se observa en la foto de arriba.

La Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.
Yolanda en la Vía Verde.
El recorrido comienza con unos pequeños túneles, para a continuación atravesar la urbanización Les Platgetes y Torre Bellver.

La Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.
Primeros metros de la Vía Verde.
En tan difícil ortografía el tren tajó dos trincheras de paredes rocosas, tan altas y verticales que hubo que asegurarlas con sendos falsos túneles de bóvedas enladrilladas.

La Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.
La Vía Verde, paso superior de caminos.
Entre la penumbra de ambos túneles media un paso superior de caminos y un mirador a la costa acantilada.

La Vía Verde, los Llanos de Bellver.
La Vía Verde, los Llanos de Bellver.
Siguiendo el camino, más o menos en el km 1, estaremos en los Llanos de Bellver. En el entorno del barranco de Bellver la vía verde se transforma en un curvado terraplén que avanza sobre terreno llano tierra adentro.

Platgetes de Bellver, la Vía Verde.
Izan y Joel en les Platgetes de Bellver, la Vía Verde.
Primero entre las hileras de arbolado que tamizan los jardines y casas dispuestos en torno a las magníficas Platgetes (playitas) de Bellver.

La Vía Verde, los Llanos de Bellver.
Joel caminando por los Llanos de Bellver.
Después, tras cruzar el puente sobre la rambla de Bellver (km. 1), por una zona silvestre de pinar clareado; se trata del espacio de transición donde la ruta se sacude y termina con toda urbanidad y se adentra en un litoral agreste y natural.

La Vía Verde, Torre Colomera.
La Vía Verde, Torre Colomera.
Continuamos por la trinchera de la antigua vía hasta llegar a la Torre Colomera (BIC bien de interés cultural), construcción del siglo XVI  sobre la roca del Gegant que formaba parte la red de vigilancia contra los ataques de los piratas Berberiscos, junto a la Torre de la Cordà, la Torre San Vicente en Benicàssim y el Torreón del Rey en Oropesa. Hasta ella llega un sendero corto y fácil desde la Vía Verde.

La Vía Verde, Torre Colomera.
Yolanda y Joel frente a la Torre Colomera.
En este reencuentro de la vía verde con el mar, la sierra de Oropesa nuevamente se alarga hasta el mar, formando los imponentes acantilados de las rocas del Moro y Gegant o Gigante (micro reserva declarada LIC, Lugar de Interés Comunitario). En tan abrupto terreno el camino se introduce nuevamente en una sucesión de colosales trincheras, de altas y verticales paredes rocosas, excavadas en la áspera ladera de roca, lentisco y palmito.

La Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.
Joel y Yolanda en la Vía Verde .
En este nuevo paseo por las “entrañas” terrestres destaca el magnífico área de descanso/mirador sobre el mar que le sucede, abierto entre la primera y segunda trinchera, justo tras la Torre Colomera.

La Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa.
La Vía Verde,Benicàssim al fondo.
Más o menos en este punto, si volvemos la vista hacia atrás, aparece de nuevo en la lejanía el skyline de las playas de Benicàssim, desde donde partimos.

La Renegà, la Vía Verde.
Yolanda y los niños en La Renegà.
Siguiendo el camino llegaremos a la zona de la costa denominada La Renegà, muy rocosa, abrupta y que mantiene todavía un número considerable de árboles.

La Renegà, la Vía Verde.
La Renegà, la Vía Verde.

En la larga recta de la Renegà, las montañas se alejan de la línea costera, lo que permitió al antiguo trazado férreo hilvanar esta larga recta. El camino se sube a un recto terraplén, elevado sobre un terreno llano cubierto por un frondoso pinar salpicado de algarrobos y olivos.

La Renegà, la Vía Verde.
La familia al completo descansando.
La Renegà, la Vía Verde.
Playas de La Renegà, la Vía Verde.
En este punto, desde la vía bajan algunos caminos que se adentran en el pinar y llegan hasta la rocosa orilla del mar de donde son las fotos. Nosotros aprovechamos este lugar para comer de picnic, pues habíamos cogido una mochila hermética con bebida y una ensalada de pasta. Después descansamos un rato.

La Renegà, la Vía Verde.
La Renegà, la Vía Verde.
Ahora llega el Tossal Gros, que alarga su ladera de roca, palmito, romero y lentisco hasta la orilla del mar. La vía verde supera esta nueva barrera gracias a una larga y curvada sucesión de trincheras ajustadas a la orilla. El paseo queda acotado entre dos paredes de roca vertical, con intermitentes vistas a los acantilados sobre el mar. Sobre el tajo de las trincheras sobresale la silueta de la Torre de la Cordà (BIC), testigo, como la anterior torre vigía, de los ataques piratas que asolaron esta costa siglos atrás. Al inicio de la trinchera un sendero permite alcanzar la torre y dejar caer la vista sobre los acantilados. También hay unos banquitos donde poder descansar.

Torre de la Corda, la Vía Verde.
Torre de la Corda, la Vía Verde.
Justo a la salida de las trincheras la antigua plataforma del tren donde se encuentra la Torre de la Cordà, se eleva en un alto terraplén sobre Barranco de la Dona (km. 3,9) donde las vistas a las rocas batidas por el oleaje resultan magníficas.

La Vía Verde, Túnel del Bovalar.
La Vía Verde, Túnel del Bovalar.
Más adelante, en el kilómetro 4 más o menos de la Vía Verde, llegamos al largo Túnel del Bovalar (aproximadamente 800 metros) que dispone de un sistema automático de iluminación interior.

La Vía Verde, Túnel del Bovalar.
Yolanda y Joel en la entrada al Túnel del Bovalar.
No obstante, si no queréis perder de vista la luz del Mediterráneo, existe un sendero que bordea la verde montaña cubierta de pinos y une las dos bocas del túnel, regalando un horizonte inmenso sobre las rocas del Cofret con vistas a las Islas Columbretes en los días más claros.

La Vía Verde, Túnel del Bovalar.
Yolanda, Izan y Joel en la salida del Túnel del Bovalar.
Al salir del túnel nos encontramos con el puerto deportivo de Oropesa con 700 amarres y ya empezamos a ver los primeros edificios de esta población. La vía verde finaliza en un pequeño parque junto a la Playa de la Concha (5,7 km después), donde se pusieron a jugar los niños mientras yo rehacía el camino en la bici de Izan para volver al coche, conducir hasta Oropesa y recoger a la familia de nuevo, de ese modo no tuvieron que volver andando.

Oropesa, Playa de la Concha.
Oropesa, Playa de la Concha.
En resumen, la Vía Verde entre Benicàssim y Oropesa del mares una delicia, tanto, que debería ser obligatorio el realizarla para todo castellonense que se precie y una seria alternativa para todos los que nos visiten, aunque se echa en falta alguna fuente en el trayecto...eso sí, completamente gratis, más Low-cost imposible.

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