. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Sudeste asiático en familia. Camboya. Angkor Wat. Parte 17.

sábado, 20 de enero de 2018

Sudeste asiático en familia. Camboya. Angkor Wat. Parte 17.

Después de haberos explicado qué es Angkor, un poco de su historia y algunos datos prácticos en el artículo anterior, voy a empezar este con nuestro primer día de visitas en el llamado circuito corto de Angkor.

Angkor Wat.
Angkor Wat.
Os diré que existen dos circuitos (los más comunes) para recorrer Angkor, al menos esos son los que aparecen en los mapas y planos:

Circuitos de Angkor Wat.
Circuitos de Angkor Wat.
-El Circuito Corto, el rojo en el mapa de arriba, tiene unos 18 kilómetros de extensión.

-El Circuito Largo, arriba de color verde, tiene alrededor de 26 kilómetros de extensión.

Y es imposible ver los dos en un día, al menos en condiciones.

Angkor Wat.
Angkor Wat es el templo mejor conservado.
También os había adelantado que varios de los templos y construcciones de Angkor datan del siglo IX, siendo el mayor y el de mejor estado de conservación Angkor Wat, el primero que visitamos, que es el orgullo nacional, símbolo del esplendor de la cultura jemer, y forma parte incluso de la bandera de Camboya, simbolizando de este modo al país como si de su logotipo se tratara.

Angkor Wat.
Primera muralla de Angkor Wat.

Fue mandado construir por Suryavarman II entre 1113 y 1150, por lo que sólo tardaron 37 años en ponerlo en pie, una verdadera pasada.

Angkor Wat.
Se estaba cumpliendo un sueño.
Fue consagrado a Vishnú, 'dios de la conservación' en la trinidad suprema hindú, con el que dicho monarca se identificaba, aunque más tarde se convirtió en un monasterio budista.

Angkor Wat.
La muralla exterior, pero su cara interna.

Misterioso, cautivador y una de las construcciones más bonitas del mundo, estamos ante uno de los proyectos de ingeniería más asombrosos del mundo no solo por su tamaño sino por estar construido sobre agua, ya que se cree que bajo el mismo hay agua subterránea.

Angkor Wat.
Dentro de Angkor Wat probablemente habría casas.
Con una superficie rectangular de 1.500 x 1.300 m., alrededor de 2 km², es un templo perfectamente simétrico que se parece, tal y como se puede observar en las fotografías aéreas, es una isla rodeada por las aguas de un foso de 200 m. de ancho y alrededor de 6 km. de longitud cavado a mano que lo aisla del resto del país.

Angkor Wat.
Se entra a Angkor por el final de esa foto.
 Albergaba toda una ciudad, aunque lógicamente han desaparecido las casas, cabañas y construcciones de madera y otros materiales perecederos, quedando sólo las edificaciones de carácter religioso, las realizadas en piedra. Allí se alojaba el rey, la corte, los funcionarios y una población de campesinos que pudo alcanzar la cifra de 20.000 personas.

Angkor Wat.
Uno de esos cuatro recintos rectangulares concéntricos.
El gran templo de Angkor Wat se compone de cuatro grandes recintos rectangulares concéntricos, atravesados por cuatro calzadas axiales, orientadas a los cuatro puntos cardinales.

Angkor Wat.
Angkor Wat es el símbolo del país.
Angkor Wat.
Había una hora de cola para subir, no se yo si mereció la pena.
Dentro destacan sus cinco torres con forma de flor de loto, siendo la centras la más alta, tened en cuenta que Angkor Wat es dos veces más alto que la torre de Londres lo que significa que también es más alto que cualquier catedral medieval europea.

Angkor Wat.
Ver la ciudad en pleno apogeo sería brutal.
Angkor Wat.
Vistas desde lo alto de Angkor Wat.
A estas alturas ya os habréis dado cuenta que el templo es enorme, inmenso, uno de esos lugares en los que si os gusta y tenéis tiempo os podríais tirar el día completo explorando sus galerías, observando sus detalles, sus mosaicos…lamentablemente ese no es nuestro caso ya que, además de disponer de tiempo limitado, viajar con niños supone no poder hacer este tipo de cosas, ya que, aunque les gustó mucho, tanto tiempo allí les agobiaría.

Angkor Wat.
LLegando a la parte más alta, la central, del templo.
Angkor Wat.
Había zonas del recinto sin turistas.
La estructura del templo va ganando en elevación a medida que penetramos más y más en su interior, ascendiendo escaleras bajo galerías abovedadas. Atravesando la galería de circunvalación del segundo recinto se entra en un penúltimo patio, que contiene dos 'bibliotecas' conectadas entre sí por una calzada elevada y, sobre todo, la inmensa mole del santuario central, con sus cinco torreones representando el monte Meru.

Angkor Wat.
Kilómetros de relieves inundan los templos.
Una de las cosas más destacables son sus relieves, kilométricas sucesiones de bajorrelieve, pura literatura en piedra que constituyen una de las joyas del arte de la escultura jemer.
     
Angkor Wat.
Batallas representadas en la paredes.
Estos relieves son una ilustración en piedra de diversos textos sagrados de la mitología hindú que tienen a Vishnú, o a sus diversos avatares, como protagonistas. También podemos encontrarnos una representación del 'Juicio de los muertos', con escenas de las torturas infligidas a las almas de los difuntos condenados; y, sobre todo, la batalla de Kurukshetra, episodio central del Bhagavad Gita, el texto más sublime de la literatura hindú, que forma parte del Mahabharata. En otras galerías se puede ver el mito del Batido del Mar de Leche, con dos interminables filas de devas y asuras (dioses y demonios) tirando de la serpiente Vasuki enroscada a la montaña Mandara, sobre la que danza Vishnú o el demonio Ravana, rey de Lanka, ayudando a los asuras, y su adversario el semidiós mono Hanuman, echando una mano a los devas...como veis podríamos dedicarle párrafos y más párrafos a esto, pero tampoco pretendo aburriros más de la cuenta.

Angkor Wat.
Relieves de apsaras.
Pero si hay unos elementos decorativos que contribuyen al hechizo que os atrapará en este universo llamado Angkor Wat son los relieves de las apsaras, o ninfas celestiales, relieves que hacen acto de presencia por todas las paredes y rincones del santuario, sumando aún más belleza a su fascinante belleza. Las apsaras se muestran en solitario, o en parejas, o en grupos de tres, cuatro, cinco, agarrándose de las manos, abrazándose de las caderas...etc, así hasta un total de 2.000 sólo en Angkor Wat...y no hay dos iguales, casi nada

Angkor Wat.
No hay dos apsaras iguales.
Pero, ¿qué son las apsaras?, pues se trata de jóvenes doncellas de encantadora hermosura, que alegran con sus sonrisas y con sus gráciles cuerpos de senos desnudos los distintos edificios del complejo, dando la sensación de que esta ciudad muerta está en realidad superpoblada de seres femeninos, que reparten su gracia y su benéfica influencia entre todos los fieles que la visitan.

Angkor Wat.
Calzada que lleva al templo.
 Además de todo lo explicado anteriormente, Angkor Wat está repleto de datos inquietantes, datos curiosos que no se deben a ninguna casualidad, por ejemplo, está alineado con la posición del Sol durante el equinoccio de primavera,coincidiendo con las fiestas de año nuevo Khmer, que comenzaban el 21 de Marzo, aunque el año nuevo no era declarado oficial hasta tres días después. Pues tanto el día del equinoccio a las 6:35 am como tres días después y sólo en esos dos momentos exactos, desde la calzada que lleva al templo, el sol se levanta exactamente por detrás de la cúpula principal, como si de un eclipse se tratara.

Angkor Wat.
El sol se levanta detrás de la cúpula central el 21 y 24 de Marzo.
Seguimos ahora con las medidas, si tenemos en cuenta que tanto constructores como astrónomos utilizaban el hat, el codo camboyano, como unidad de medida (1 hat equivale a 0.435 metros), sumando las medidas de los muros exteriores de Angkor Wat, el resultado es 365.24 hats repetido 12 veces, es decir, la duración del año solar con sus doce meses. Flipante, ¿no?...pero eso no es todo, si hubiera una circunferencia que abarcase las esquinas de esos mismos muros, tendríamos una curva cuya longitud sería de 365.36 hats repetida 24 veces que equivaldría a la duración del año lunar y sus ciclos, es decir doce lunas llenas más doce lunas nuevas.

Aquí se ve bien la calzada y la cúpula central.
En el templo principal, las dimensiones de los ejes del nivel superior son 189 hat en el eje este/oeste y de 176.24 en el norte/sur, sumando estos valores obtenemos de nuevo la duración del año solar, y eso tampoco tiene pinta de ser casualidad.

Angkor Wat.
Bailarinas apsaras.
También en esa estructura principal observmos que los tramos de escaleras que nos llevan a lo más alto del templo están separados entre sí por doce hat como las fases de la luna (de luna llena a luna llena). La torre principal y el altar, tienen una media de 91×91 hats, que es la duración media en días entre un equinoccio y un solsticio y viceversa.

Angkor Wat.
En templo está repleto de monos.
Angkor Wat.
Este sí que es mono.
Estos no son los únicos datos clave, curiosos o desconcertantes, ya que hay decenas de "curiosidades que hacen de este maravilloso templo un enigma.

Angkor Wat.
Precioso.
Angkor Wat.
Una de las pocas fotos en las que aparezco.
Como colofón y antes de presentaros más templos de Angkor os diré que Angkor Wat es el único templo de todos que siempre ha estado habitado, ya que incluso a la caída del imperio Jemer, siempre ha habido algún monje habitándolo.

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