. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Sudeste asiático en familia. Vietnam. De nuevo Hanoi y llegada a Camboya. Parte 15.

viernes, 12 de enero de 2018

Sudeste asiático en familia. Vietnam. De nuevo Hanoi y llegada a Camboya. Parte 15.

Aunque habíamos reservado por internet (sin pagar nada previamente) el regreso desde Cat Ba hasta Hanoi a las 16:00 con la empresa Moon Party Tour Vietnam (la más barata que había encontrado), el día anterior les pedí a los de la recepción de nuestro hotel que nos lo cambiara a las 10:00, así que, tras el desayuno, el autobús pasó a por nosotros por el hotel.

Pescadería de Hanoi.
Pescadería de Hanoi.
Unos 30 minutos después, llegamos al mismo puerto en el que pisamos Cat Ba por primera vez, Ang Coi, al noroeste de la isla, donde unos 5 minutos después, con los tickets que nos dieron al subir al autobús, volvimos a coger un ferry o fast boat que nos llevó de nuevo al continente.

Pescadería de Hanoi.
No se yo si estará muy fresco el pescado.
Allí, de nuevo sin apenas esperas, nos recogió un autobús, con wifi y todo, que nos dejó justo en la puerta de nuestro hotel, bueno a unos 200 metros, ya que hizo tres o cuatro paradas en Hanoi, dependiendo de dónde estaban los alojamientos de los clientes.

Peluquería de Hanoi.
Último modelo de peluquerías vietnamitas.
Creo que no hay forma más barata (por sólo 10$ USA por persona)y rápida (4 horas) de llegas de Hanoi a Cat Ba o viceversa que esta (podríais hacerlo en helicóptero, pero bastante más caro), ya que te ahorras las esperas cada vez que cambias de vehículo.

Hanoi.
En cualquier rincón se montan sus partidas.

Una vez en nuestro hotel, y ya con el equipaje en las habitaciones, fuimos a redescubrir la ciudad, empezando por una zona que vimos de pasada en el taxi que nos llevó de la antigua universidad hasta el lago, las vías del tren que pasan por el centro de Hanoi.

Las vías del tren que pasan por Hanoi.
Las vías del tren que pasan por Hanoi.
Muy cerca de la propia estación de ferrocarril, la vía del tren cruza la ciudad a escasos metros de las puertas de las casas, sin ningún tipo de protección posible, ni pasos a nivel, ni vallas, ni barreras, nada, y esto es bastante curioso para los europeos.

Las vías del tren que pasan por Hanoi.
Para ir al baño, deben cruzar la vía.
Al mismo tiempo que nos dirigíamos hacia allí íbamos descubriendo el día a día de Hanoi, puestos de frutas, pescaderías, tiendas...una ciudad que a estas alturas, pese al "mal rollo" que nos dio nada más llegar desde Moscú, nos había atrapado a todos, le habíamos cogido el punto y nos tenía enamorados.

Mercado Nocturno de Hanoi.
Mercado Nocturno de Hanoi.
Mientras caminábamos desde la zona de las vías hasta el Mercado Nocturno de Hanoi, en la Calle Hang Dao, al norte del Lago Hoan Kiem, hicimos alguna compra.

Mercado Nocturno de Hanoi.
Un buen lugar para hacer las últimas compras.
El Mercado Nocturno de Hanoi se monta en esa calle todos los fines de semana (Viernes, Sábado y Domingo) desde las 19:00 y es un hervidero de locales y turistas donde además de ropa, zapatillas y accesorios de todo tipo, podréis encontrar algún que otro puesto de comida callejera en los que comprar una comida que cocinan allí mismo.

Mercado Nocturno de Hanoi.
Puestos de comida.
El Mercado transita por varias calles que, a esas horas, se vuelven peatonales y se llenan de puestos en los que también podréis adquirir recuerdos para los turistas.

Hanoi.
Rincones de Hanoi.
A la mañana siguiente, mientras Izan y Joel jugaban a las tablets en el hotel y yo iba trabajando con las fotos realizadas hasta ese día, Ibana y Yolanda fueron de compras a una tienda cercana al hotel donde había cosas de decoración muy bonitas, eso sí, más cerca de los precios europeos que de los vietnamitas.

Hanoi.
Puestos de fruta en Hanoi.
Antes de salir del hotel ya teníamos todo el equipaje recogido y listo para cuando tuviéramos que salir hacia el aeropuerto, de modo que nos disponíamos a pasar nuestras últimas horas en Hanoi y en Vietnam.

Hanoi.
Aquí fue nuestra última comida.
Así pues nos dirigimos al Old Quartyers o barrio antiguo de Hanoi, el núcleo de la capital vietnamita, el corazón de Hanoi, ese lugar de encuentro, de comercio y diversión de la ciudad que es pura taquicardia, repleto de motos, cláxones, griterío y variopintas mercancías en plena calle, que con más de 2.000 años de historia es una de las atracciones turísticas más interesantes de Hanoi.

Hanoi.
¿Probaríais los gusanos?...
Las calles están nombradas según sus especialidades como la calle Bat Su (Cuencos), calle Cha Ca (pescado asado), Hang Bac (plata o joyas), Cau Go (accesorios para mujeres), Hang Dau (zapatos y sandalias), Hang Gai (seda ), To Tich (la calle de las frutas), Ma May (de servicios turísticos), Hang Duong (dulces y frutos secos), la calle Hang Buom (especializada en productos de bambú), etc.

Hanoi.
...nosotros sí.
Es un lugar ideal para pasear, comer, ir de compras y divertirse y eso es lo que vinimos a hacer, pero lo más interesante de nuestro nuevo paseo por la zona fue la comida, donde por fin pudimos probar los bichos fritos, en este caso, los gusanos, y no veas cómo triunfaron, porque a los niños y a mí nos parecieron deliciosos, aunque Ibana y Yolanda no pudieron/quisieron probarlos.



Después de la comida regresamos al hotel caminando, cogimos nuestro equipaje y un taxi nos acercó al Aeropuerto. Tocaba despedirse de Vietnam, ese país que nos dejó atónitos al bajarnos del avión y que, inexplicablemente,  al pasear y, porqué no, sobrevivir a la capital de Vietnam, quedamos enganchados como a una droga, un ejercicio imprescindible para quien viaja al país del oro blanco.

Hanoi.
Adiós Vietnam.
Decimos adiós a un país, después de haber pasado diez maravillosos días por el Norte de Vietnam, y hola a otro, ya que, a eso de las 20:00 más o menos aterrizábamos en Siem Reap, Camboya.

Mapa de Camboya.
Mapa de Camboya.
Después de pagar el visado (llevad dólares americanos o sacad dinero de los cajeros que hay allí en la entrada), rellenar varios papeles, y pasar el control de fronteras, Thorn, nuestro conductor durante los tres próximos días, ya nos estaba esperando en la van de 9 plazas que teníamos alquilada para nosotros solos.

Camboya.
Con Thorn hubo muy buen rollo, un tipo genial.
La furgoneta nos costó 220$ USA y teníamos servicio de traslado aeropuerto-hotel-aeropuerto, y los tres días de excursiones por los templos de Angkor incluidos, además de agua fría, que no faltó en ningún momento, ya que si se acababa, compraban más.

Habitación del Bliss Villa.
Habitación del Bliss Villa.
La empresa Siem Reap Transport la gestiona Lam, pero fue su hermano Thorn quien nos hizo de conductor y nos enseñó todo lo que creía que nos parecería interesante, la verdad es que estuvimos muy a gusto con ellos y por eso os recomiendo sus servicios. de todos modos, si sois dos también tiene tuck tuck y coche, es decir, que el servicio será más económico.

Camboya.
La cerveza en Camboya es barata y buena.
Nuestro hotel en Camboya era el Bliss Villa, un hotel de 3 estrellas con piscina, camas y habitaciones gigantes y, como no, desayuno incluido, en el que debíamos descalzarnos para acceder a su interior, personalmente creo que fue un acierto, ya que dos habitaciones durante tres días costaron 136€.

Piscina del Bliss Villa.
La piscina fue un acierto.
Lo primero que hicimos nada más dejar el equipaje en el hotel fue bañarnos en la piscina, probar la cerveza local y, después descansar y dormir, al día siguiente madrugábamos y no debíamos acostarnos tarde.

Piscina del Bliss Villa.
Mirad el tamaño de los caracoles camboyanos.
Os dejo fotos de algunos camboyanos que nos encontramos durante estos tres días y dejamos las visitas para el siguiente artículo...

Camboya.
Vimos bastantes arañas.
Camboya.
Algunos insectos.
Camboya.
Mariposas.
Camboya.
Y más mariposas.

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