Qué ver en Bucarest y alrededores en 3 días-Sinaia: Castillo Pelișor, Castillo Peleș y Monasterio de Sinaia-Parte 3.

En el artículo anterior os contaba qué ver en Brasov y que llegamos a Sinaia, un aclamado punto turístico de Rumanía.

Sinaia, visita al Castillo Pelișor y al Castillo Peleș.

Sinaia está 141 kilómetros al norte de Bucarest, unas 2 horas de coche, y unos 50 kilómetros al sur de Brasov, alrededor de una hora conduciendo, y aquí se encuentra uno de los castillos modernos, y desde que lo he visitado, para mi gusto, uno de los más bonitos de Europa, el Castillo de Peles, al menos en lo que a su interior se refiere.

Qué bonito estaba todo nevado.

Llegamos a Sinaia y nos encontramos con la ciudad cubierta de un precioso manto blanco de nieve que nos saco la sonrisa, pues estaba precioso todo.

No nos pudo hacer más ilusión ver la nieve.

El recorrido a pie entre el aparcamiento y el castillo, todo nevado, nos supuso decenas de paradas para sacar fotos, tanto del paisaje completamente blanco, como de los hoteles y restaurantes que hay en el camino.

Sinaia, visita al Castillo Pelișor y al Castillo Peleș.

Allí, separados por unos 300-500 metros, tenéis dos castillos preciosos que debéis ver sí o sí, el Castillo Pelișor y el Castillo Peleș.

Sinaia, exterior del Castillo Pelișor.

Lo ideal sería que empezarais la visita por el Castillo Pelișor, porque es menos impresionante, de ese modo empezaréis con un castillo realmente interesante y bonito, y terminaréis la visita en otro realmente sublime.

Sinaia, interior del el Castillo de Pelisor. Salón de Honor.

A pesar de ser más pequeño y menos lujoso que el Castillo de Peles, el Castillo de Pelisor, mandado construir por Fernando I, hijo de Carlos I de Rumanía, es una visita imprescindible en Sinaia.

Sinaia, interior del el Castillo de Pelisor. Despacho del Rey Ferdinand.

Este pequeño palacio fue construido entre 1899 y 1902 por el arquitecto checo Karel Liman y decorado por el artista vienés Bernhard Ludwig.

Sinaia, interior del el Castillo de Pelisor. 

Sinaia, interior del el Castillo de Pelisor. 

Visitar su interior, en el que destacan el Dormitorio Dorado, decorado según los planos y dibujos de la reina con muebles tallados en madera de tilo dorada; la Cámara Dorada, decoradas con hojas de cardo, un motivo muy apreciado por la reina ya que era el emblema de Escocia, su lugar de nacimiento; el Despacho del Rey Ferdinand, una sala solemnemente con un mobiliario ambientado en el estilo neorrenacentista alemán, en el que destaca el escritorio de madera de nogal, revestido con tres paneles tallados que representan los castillos de Peles, Pelisor y Foisor; el Salón de Honor, revestido con madera de roble; o el Despacho de la Reina María, que se encuentra ubicada en un interior adornado con columnas Brancoveanu y una chimenea específica para los interiores rumanos, incluye muebles diseñados por la reina, es también una obligación, porque esta ricamente decorado y amueblado como hace 100 años.

Sinaia, interior del el Castillo de Pelisor. Habitación infantil.

Pelişor fue abierto al público en 1993, convirtiéndose en el único museo de art nouveau de Rumanía, por lo que cuenta con una valiosa colección de arte decorativo perteneciente al Art Nouveau, que incluye obras de artistas como E. Galle, los hermanos Daum, J. Hoffmann, LC Tiffany, Gurschner, etc. 

Sinaia, exterior del Castillo Peleș.

A continuación era el turno de la joya de Rumanía, el castillo con el interior más alucinante, elegante y bonito de cuantos hemos visitado, el Castillo Peleș.

Sinaia, exterior del Castillo Peleș.

Considerado por muchos uno de los castillos más bellos de toda Europa, fue el lugar de veraneo para varios monarcas rumanos, incluyendo el rey Carol, que falleció aquí en 1914. 

Sinaia, patio de la entrada del Castillo Peleș.

Hoy, el Palacio de Peles, es un museo que reúne piezas singulares, colecciones de pintura más importantes y más valiosas de Europa, casi 2.000 piezas, como una gran colección de espadas, escudos y armaduras, más de 4000 piezas europeas y orientales de los siglos XIV-XVII que tenía Carlos I. 

Sinaia, interior del Castillo Peleș.

El Castillo de Peles fue mandado construir por el rey Carlos I entre 1873 y 1914, y fueron los arquitectos alemanes los encargados de hacerlo posible. Como dato curioso os contaré que fue el primer edificio de Europa en tener ascensor y electricidad, casi nada, y desde 1888 contiene calefacción. 

Sinaia, interior del Castillo Peleș. Gran Salón.

Podéis visitar el castillo por libre o con alguno de los diferentes tours que salen cada 15 o 20 minutos desde la entrada principal, en inglés o en rumano. Lo habitual es hacer el Tour Estándar por las diferentes salas de la planta baja y que dura aproximadamente 45 minutos, que es lo que nosotros hicimos, pero por nuestra cuenta. 

Sinaia, interior del Castillo Peleș. 

Nos hubiera gustado hacer alguno de los tours especiales en los que, además de la planta baja, se incluye el primer piso en el Tour Opcional I y en el Tour Opcional II, la segunda planta más todo lo que incluye el Tour Opcional I, pero no se si por estar en temporada baja, o porqué otro motivo, no estaban disponibles.

Sinaia, interior del Castillo Peleș. Armería.

Entre las tres plantas de las que os he hablado hay 160 habitaciones y 30 baños que ocupan un total de 3200 m².

Sinaia, interior del Castillo Peleș. 

Al entrar en el castillo nos encontramos con una sala principal o Gran Salón que da paso a las diferentes alas del edificio compuesta de madera de nogal, esculturas y pinturas de personajes históricos rumanos en la que destaca el techo de cristal, que se abría con motor eléctrico para que el rey pudiese contemplar el cielo en las noches de verano. La hermosa biblioteca real con libros de edición única y limitada, algunos de ellos con tapas cubiertas de cuero e incluso con letras de oro en relieve no os la muestro porque estaba repleta de turistas de los que hacían el Tour Estándar y los adelantamos para poder disfrutar del resto de las salas en soledad.

Sinaia, interior del Castillo Peleș. 

También se puede visitar el despacho donde tomaba las decisiones importantes. Sobre la mesa se encuentra un retrato de su madre, o la sala de música, pues la reina Isabel, esposa del rey Carlos I, tocaba diferentes instrumentos, donde se encuentra su piano de cola, un impresionante arpa dorada y el clavicordio de nada más y nada menos que de 1621.

Sinaia, interior del Castillo Peleș. Habitación de la Alhambra.

Una sala que nos llamó mucho la atención es una habitación con decoración basada en la Alhambra de Granada (Andalucía), una ciudad que hemos visitado un par de veces, así como la habitación de estilo árabe, la habitación turca, que usaban exclusivamente para fumar, también preciosa.

Sinaia, interior del Castillo Peleș. Comedor.

También destaca el Comedor, la sala completamente forrada de madera y con asientos para 36 comensales alrededor de una larga mesa, donde seguramente se celebraron grandes banquetes en los que los platos que se servían eran auténticas delicias.

Sinaia, interior del Castillo Peleș. 

A la salida del castillo podréis `pasear por sus jardines, entre estatuas, entre las que no podían faltar las esculturas del rey Carlos I y otra de su mujer, la reina Isabel.

Gran Iglesia o Iglesia Nueva del Monasterio de Sinaia.

Aunque es indiscutible que el Castillo de Peles es la razón principal para visitar Sinaia, no nos queríamos marchar sin ver el conocido Monasterio de Sinaia, conocido como la Catedral de los Cárpatos.

Rumanía, Transilvania, Monasterio de Sinaia.

Este convento fundado en 1695 por el príncipe Mihai Cantacuzino, tras un peregrinaje a Tierra Santa, de ahí el nombre del monasterio, que le da nombre al pueblo, que se constryuó alrededor del monasterio, pues proviene del Monte Sinaí, en Egipto.

Iglesia Vieja del Monasterio de Sinaia.

Este monasterio tuvo mucho tiempo un papel de protección de la carretera comercial del valle de Prahova y sirvió como refugio para los viajeros.

Iconostasio de la Iglesia Vieja del Monasterio de Sinaia.

De los diferentes edificios que componen el complejo destacaría las dos iglesias bizantinas, una en cada patio, tanto por fuera (torres con forma circular, la mezcla de ladrillo con el encalado blanco), como por dentro (el iconostasio es quizá lo más llamativo de estas iglesias, la cantidad de mosaicos o las pinturas).

Pinturas de la Iglesia Vieja del Monasterio de Sinaia.

Por poco no lo visitamos, y menos mal que lo hicimos, porque nos gustó mucho más de lo que a priori pensábamos.