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lunes, 4 de agosto de 2025

Qué ver en Pekín en 4 días-Visitas al Norte de la Ciudad Prohibida (I)-Parte 3.

Una vez salgáis de la Ciudad Prohibida por la Puerta de la Proeza Divina, lo más sensato es visitar el Parque Jingshan, pues para ello solamente deberéis cruzar la calle.

China, Pekín, entrada Sur al Parque Jingshan.
China, Pekín, entrada Sur al Parque Jingshan.

Tras pagar la entrada al Parque Jingshan (menos de 1€ las 3 entradas), más conocido como la Colina del Carbón, uno de los jardines imperiales mejor conservados de Pekín, de nada más y nada menos que 230.000 m², nos dirigimos a lo alto de la colina para divisar la Ciudad Prohibida desde allí. 

China, Pekín, mapa del Parque Jingshan.
China, Pekín, mapa del Parque Jingshan.

El Parque Jingshan está situado en una colina artificial de 43 metros de altura, construida gracias a la tierra excavada en la construcción de la Ciudad Prohibida y sus fosos, es decir, que es consecuencia del mismo, de hecho fue el patio trasero del Palacio Imperial durante las dinastías Yuan, Ming y Qing, es decir, que formó parte de la Ciudad Prohibida hasta principios de 1900. 

China, Pekín, pabellones del Parque Jingshan.
China, Pekín, pabellones del Parque Jingshan.

Así pues, entramos por la entrada Sur, que es donde está el acceso principal (fue abierto al público en 1928), caminamos hacia el Este hasta llegar al lugar donde se suicidó el emperador Chong Zhen de la dinastía Ming, muy cerca del acceso para subir a la colina.

Parque Jingshan, vistas de la Ciudad Prohibida desde el pabellón Wanchun
Parque Jingshan, vistas de la Ciudad Prohibida desde el Pabellón Wanchun.

Llegamos primero al Pabellón Zhoushang, de ahí al Pabellón Guanmiao, y a lo más alto de la colina, donde está el Pabellón Wanchun o Pabellón de Primavera Eterna, la construcción más alta y llamativa del parque, desde donde se puede tener una vista panorámica de la entera ciudad de Beijing: al Sur la Ciudad Prohibida; al Oeste la Torre de Televisión CCTV y Torre Blanca; al Norte la Torre de Tambor y la Torre de Olímpica; y al Este el Centro comercial CBD o el Parque Beihai.

Parque Jingshan, vistas de la Ciudad Prohibida desde el pabellón Wanchun
Parque Jingshan, vistas de la Ciudad Prohibida desde el Pabellón Wanchun.

Las vistas de la Ciudad Prohibida desde arriba merecen por sí solas que subáis hasta aquí para contemplar el centro de Pekín a vista de pájaro desde un lugar privilegiado en la parte superior de la colina.

Parque Jingshan, Pabellón Wanchun o Pabellón de la Primavera Eterna.
Parque Jingshan, Pabellón Wanchun o Pabellón de la Primavera Eterna.

Tras disfrutar de las vistas desde allí empezamos a bajar por el Oeste, pasando frente al Pabellón Jifang y al Pabellón Fulan antes de bajar de la colina y salir por la Puerta Oeste del Parque Jingshan.

Parque Jingshan, Pabellón Wanchun o Pabellón de la Primavera Eterna.
Parque Jingshan, Pabellón Wanchun o Pabellón de la Primavera Eterna.

Lo que también nos gustó fue el ambiente que se respira en el parque, especialmente el grupos de lugareños bailando y cantando.

China, Pekin o Beijing, Hutog Yuanjing.
China, Pekin o Beijing, Hutog Yuanjing.

Frente a nosotros estaba el Hutong Yuanjing, nuestro segundo hutong en la capital de China, por lo que ya os había explicado que un hutong es literalmente hablando un carril o callejón, pero en realidad son un complejo de casas alrededor de un patio donde viven los viejos residentes de Beijing.

Parque Beihai, la Isla Qiónghuá con Bai Ta al fondo.
Parque Beihai, la Isla Qiónghuá con Bai Ta al fondo.

Lo atravesamos para llegar, cruzando el Doushan Bridge (山桥), hasta el Parque Beihai (北海公园), el jardín imperial más grande del mundo con más de 69 hectáreas, pues más de la mitad del mismo está ocupado por el Lago Taihu (太湖), pero lo más interesante es la isla central, llamada Isla Qiónghuá (琼华), cuyo punto más alto la Bai Ta o Pagoda Blanca (白塔) es una estupa de 40 m.

Vistas del Lago Taihu desde el Puente Doushan.
Vistas del Lago Taihu desde el Puente Doushan.

Nosotros solamente visitamos la Isla Qiónghuá, y no encontramos demasiada gente, por lo que fue un paseo muy tranquilo, por lo que creemos que merece la pena.

Parque Beihai, Zhizhu Hall con Bai Ta al fondo.
Parque Beihai, Zhizhu Hall con Bai Ta al fondo.

El Parque Beihai fue construido en el siglo X, pero abrió al púbico en 1925. Contiene muchas estructuras, palacios y templos de importancia histórica. 

China, Pekín o Beijing, Parque Beihai.
China, Pekín o Beijing, Parque Beihai.

El Zhizhu Hall (智珠殿), Yuegulou (阅古楼), Daoning Lodge (道宁斋), o la Gallería (长廊) son algunos de los edificios que visitamos en la isla.

Nuestra primera comida en Pekín.
Nuestra primera comida en Pekín.

Tras esta visita el hambre hizo su aparición, de modo que entramos en el primer restaurante local que vimos para aplacarlo. Fue nuestra primera comida chiba en el país, y aunque no fue la mejor, fue bastante económica y rica.

China, Pekín o Beijing, Torre del Tambor.
China, Pekín o Beijing, Torre del Tambor.

Después cogimos un Didi (el Uber o Cabify de China) para que nos acercara hasta las Torres del Tambor y de la Campana (北京鼓楼和钟楼 o Běijīng Gǔlóu hé Zhōnglóu), porque aunque no estaban demasiado lejos, el cansancio ya había aparecido. Estos dos emblemáticos edificios que marcaron el ritmo de vida del antiguo Pekín están ubicados sobre un histórico barrio de hutongs, de modo que si todavía no habéis visitado ninguno, esta sería vuestra oportunidad.

China, Pekín o Beijing, Torre del Tambor.
China, Pekín o Beijing, Torre del Tambor.

Además de ser importantes instrumentos musicales en la antigua China, el tambor y la campana han constituido una parte importante de la historia del pueblo chino indicando el paso del tiempo desde tiempos inmemoriales, de hecho durante la Dinastía Han, (206 al 220 a.C.) el amanecer se avisaba con el repicar de una campana, mientras que el anochecer se anunciaba al son de un tambor. Desde entonces, estos rudimentarios "relojes" utilizados por el pueblo chino fueron colocados en todas las ciudades del país.

Pekín o Beijing, interior de la Torre del Tambor.
Pekín o Beijing, interior de la Torre del Tambor.

Con una altura de 46,7 metros, la Torre del Tambor es un colorido edificio de dos plantas en el que se pueden contemplar los 25 tambores que, como ya había anticipado, en el pasado fueron utilizados para marcar las horas del día. 

Vistas de Pekín o Beijing desde la Torre del Tambor.
Vistas de Pekín o Beijing desde la Torre del Tambor.

A pesar de que después de que el último emperador abandonara la Ciudad Prohibida las horas dejaron de ser anunciadas desde la Torre del Tambor y de la Campana, hoy en día es posible contemplar un espectáculo con expertos tocando los tambores durante 10 minutos varias veces al día, pero el horario varía dependiendo de la época del año.

China, Pekín o Beijing, Torre de la Campana.
China, Pekín o Beijing, Torre de la Campana.

Situada a 100 metros frente a la Torre del Tambor, la Torre de la Campana es un robusto edificio de piedra y ladrillo de 47,9 metros de altura en cuya segunda planta se encuentra una enorme campana de bronce de 7,02 metros de altura que posee 25 centímetros de grosor y pesa 63 toneladas, capaz de producir un impresionante sonido que se extiende hasta una distancia de más de 20 kilómetros, y que anunciaba alegremente la llegada de las siete de la tarde hasta el año 1924. Las vistas desde aquí son peores que desde la Torre del Tambor, así que a menos que seas fan de las campanas no merece mucho la pena entrar. 

Pekín. Templo de los Lamas, Lamasería o Templo de Yonghe.
Pekín. Templo de los Lamas, Lamasería o Templo de Yonghe.

Tras esta visita volvimos a pillar un Didi para ir hasta el Templo de los Lamas conocido como Lamasería o Templo de Yonghe (雍和宫), el templo budista tibetano más importante que existe fuera del Tíbet, y, por tanto, uno de los sitios con más encanto de Pekín, a pesar de no aparecer en el top de muchas guías de viaje.

Pekín. Templo de los Lamas, Lamasería o Templo de Yonghe.

Tened siempre en cuenta los horarios para cualquier visita en la ciudad, en este caso el templo está abierto de 9:00 a 17:30 entre abril y octubre y de 9:00 a 17:00 entre noviembre y marzo, con un precio de admisión de 25 RMB por persona, y nosotros recomendamos guardar alrededor de 1 hora para su visita.

Pekín. Templo de los Lamas, Lamasería o Templo de Yonghe.
Pekín. Templo de los Lamas, Lamasería o Templo de Yonghe.

Este edificio o conjunto de edificios de finales del siglo XVII, construido como palacio para el príncipe Yongzhen, durante la dinastía Qing, empezó pareciéndome un templo más de los muchos que hemos visto durante nuestros viajes por Asia, pero terminó convenciéndome mucho, creo que es fascinante. 

Pekín. Templo de los Lamas, Lamasería o Templo de Yonghe.
Pekín. Templo de los Lamas, Lamasería o Templo de Yonghe.

El lugar fue residencia de los eunucos de la corte manchú hasta que en 1744 se convirtió en uno de los focos más importantes del budismo tibetano en la China, siendo en la actualidad refugio espiritual para un grupo de monjes mongoles dedicados al estudio de la astronomía y la medicina.

Pekín. Templo de los Lamas, Lamasería o Templo de Yonghe.
Pekín. Templo de los Lamas, Lamasería o Templo de Yonghe.

El estilo del templo es una mezcla de los estilos tibetanos con los chinos y la verdad es que con los habituales tejados multicolores, que resultan de lo más llamativos, hacen que el conjunto sea de lo más llamativo.

Pekín. Templo de los Lamas, Lamasería o Templo de Yonghe.
Templo de los Lamas, Buda de Maitreva.

La gran estrella del Templo de los Lamas está en la mayor de las edificaciones centrales, el Pabellón Wanfu Ge, que acoge la enorme imagen del Buda de Maitreya, el Buda futuro, tallada a partir de una única pieza de madera de sándalo y que tiene una altura de unos 18 metros, la más alta estatua de Buda del mundo hecha de un árbol, incluida en el Guinness Book of World Records.

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