. Los viajes de Hector y Yolanda Los viajes de Hector y Yolanda: Qué ver en Londres en 3 días. Día 1-St. Katherine's dock, Tower Bridge, HMS Belfast, Museo del Transporte y Covent Garden. Parte 3

martes, 24 de septiembre de 2019

Qué ver en Londres en 3 días. Día 1-St. Katherine's dock, Tower Bridge, HMS Belfast, Museo del Transporte y Covent Garden. Parte 3

La mañana había comenzado temprano, y tras nuestra visita a St. Paul, el Sky Garden y el Tower of London, seguimos el itinerario que nos habíamos propuesto.

El Támesis le da mucha vida a Londres.
El Támesis le da mucha vida a Londres.
Así que el siguiente lugar que visitamos fue el St. Katharine Dock o Muelles de Santa Catalina, prácticamente al lado de la Torre de Londres o Tower of London.

Londres, St.Katharine Dock.
Londres, St.Katharine Dock.
Lo más probables es que no hayas oído hablar de este lugar, dado que se trata de uno de esos rincones "escondidos" que poseen las ciudades, aunque en este caso está escondido pero en pleno centro de Londres.

Londres, St.Katharine Dock.
Muelle de Santa Catalina.
Se trata de un muelle rehabilitado a principios de los 70 y en la década de los 90, pues antaño estaban destinados a carga y descarga de mercancías, reconvertido en una zona de ocio repleta de bares y restaurantes rodeados de pequeñas embarcaciones de recreo y yates particulares, aunque se trata de una zona tranquila.

Tower Bridge o Puente de la Torre.
Tower Bridge o Puente de la Torre.
Como no podía ser de otro modo, nuestra siguiente visita fue el Tower Bridge o Puente de la Torre, que ya habíamos divisado tanto desde el Sky Garden como desde las murallas y alrededores de la Torre de Londres.

Tower Bridge o Puente de la Torre.
Uno de los símbolos de Londres.
En nuestro primer viaje a Londres, hace 17 años, no entramos en el Puente de la Torre, pero como en esta ocasión disponíamos de las London Pass y la entrada está incluída no quisimos desaprovechar la oportunidad de visitar por dentro uno de los símbolos más emblemáticos de Londres, aunque he de confesar que de todos los lugares a los que entramos con los pases, quizás éste sea el más prescindible.

Tower Bridge o Puente de la Torre.
Da lo mismo cuántas veces lo veas, es impresionante.
El Puente de la Torre de Londres, un puente colgante a la vez que basculante, el puente azul famoso de la capital británica, es de estilo gótico victoriano, ese que cada día impresiona a millones de turistas, aunque mucha gente se refiere a él como “London Bridge”, ese es otro puente diferente.


Tower Bridge o Puente de la Torre.
La pasarela de cristal bajo nuestros pies.
Inaugurado después de 8 años de construcción el 30 de Junio de 1894 por el Rey Eduardo VII, cuando todavía era Príncipe de Gales, hoy dispone de una pasarela de cristal de 11 metros de longitud y a 42 metros de altura que permite a los visitantes que se atreven a pasearlo unas vistas realmente únicas.

Tower Bridge o Puente de la Torre.
Tower Bridge o Puente de la Torre.
La visita a la exposición del Tower Bridge o Tower Bridge Exhibition empieza en la Torre Norte, donde se cuenta la historia del puente así como su significado, función y localización.

Tower Bridge o Puente de la Torre.
Los Viajes de Héctor sobre la pasarela de cristal.
Después se continúa a través de las pasarelas, donde se puede caminar por el suelo de cristal que os he adelantado antes y ver las vistas tanto bajo vuestros pies como a vuestro alrededor.

Tower Bridge o Puente de la Torre.
Vistas desde lo alto del Puente de la Torre.
En la Torre Sur se puede ver un vídeo del artista Stephen Biesty (cosa que no hicimos), pero es por donde se baja entre edificios icónicos que ocupan las orillas del Támesis convertidos en obras de arte con LED.

Tower Bridge o Puente de la Torre.
Tower Bridge, Victorian Engine Rooms.
La visita termina con las Victorian Engine Rooms, en las que está la maquinara de vapor que se usó para levantar el puente antes de sustituirse por un sistema eléctrico en 1976.

Orilla sur del río Támesis, Londres.
Orilla sur del río Támesis, Londres.
Con esa visita cambiamos de orilla, y empezamos a caminar por la orilla sur del río Támesis.

Ayuntamiento de Londres.
Ayuntamiento de Londres.
Es aquí donde podréis encontraros con el Ayuntamiento de Londres o City Hall, un edificio futurista del arquitecto Norman Foster inaugurado en 2002. Aunque se puede visitar de manera gratuita este edificio de 45 metros de altura y 10 plantas, nosotros decidimos dejarlo para otro futuro viaje.

Río Támesis de Londres, HMS Belfast.
A la izquierda, el HMS Belfast.
Un poco más adelante tenéis el buque HMS Belfast, un barco de guerra que sirvió a Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial convertido hoy en museo flotante sobre las aguas del río Támesis.

Sala de máquinas del HMS Belfast.
Sala de máquinas del HMS Belfast.
Durante los 32 años que estuvo operativo desde que se botara en el año 1938, participó también en la Guerra de Corea.

Cocina del HMS Belfast.
Izan haciendo el tonto...en la cocina del buque.
Durante las décadas de los 50 y 60 siguió surcando los mares, pero cambió la guerra por acciones humanitarias hasta 1965, cuando fue retirado.

Dentista del HMS Belfast.
Había incluso dentista...
No fue hasta 1971 cuando comenzó su nueva etapa como museo flotante, que podréis visitar de manera gratuita si disponéis de las London Pass.

Quirófano del HMS Belfast.
...y hasta quirófano.
Recorrimos las nueve cubiertas del barco con interés, ya que así aprendimos un montón de cosas sobre cómo era la vida a bordo viendo habitaciones, cocina, bodega, sala de calderas, sala de máquinas, sala de dentista, los camarotes del capitán y de los marineros o la sala de enfermería.

Sala de mandos del HMS Belfast.
O capitán mi capitán.
La mayoría de estas salas están decoradas con objetos cotidianos que se usaban en el barco, además de por figuras humanas que le dotan de realismo y ayudan más si cabe a entender cada parte del buque.

Londres, HMS Belfast.
Los ocupantes del barco también tenían sus ratos de ocio.
Después de la visita salimos encantados ya que en nuestro primer viaje a Londres no entramos y nos gustó mucho tanto a los adultos como a nuestros hijos.

Vistas desde el London Bridge.
Cuando terminamos, aunque debíamos buscar una parada de metro para desplazarnos, decidimos cruzar primero el London Bridge, el primero en construirse para unir las dos orillas del Támesis, y disfrutar de las vistas desde allí.

Museo del Transporte de Londres.
Museo del Transporte de Londres.
Nuestra siguiente visita fue el Museo del Transporte de Londres o London Transport Museum, por dos razones, primero porque nos quedamos con las ganas de visitarlo en nuestro viaje a Escocia en la Navidad de 2017 (lo pillamos cerrado), pero también para aprovechar nuestras London Pass, ya que con ellas la visita al museo es gratuita.Por cierto, llegamos allí en metro.

Museo del Transporte de Londres.
London Transport Museum.
Está ubicado en Covent Garden, en el antiguo edificio del Flower Market, el antiguo mercado de las flores, en un enorme edificio de estilo victoriano construida en hierro forjado y vidrio.

Museo del Transporte de Londres.
Los niños salieron encantados.
Estamos ante un sitio educativo, sobretodo para los niños, ya que nos muestra la historia de los medios de transporte que revolucionaron Londres en el pasado a través de multitud de exposiciones interactivas, actores disfrazados, antiguos vagones de tren, olores y sonidos de época, fotografías antiguas que muestran la evolución de los diferentes medios de transporte, los primeros carteles publicitarios con los que se trataba de convencer a la sociedad para que los utilizara, etc.

Museo del Transporte de Londres.
A nosotros nos pareció muy interesante.
Quizás lo más interesante sean algunas reliquias como el autobús urbano más antiguo de Londres, que funcionaba tirado por caballos, la primera máquina locomotora que se utilizó tras la construcción del tren suburbano, o los modelos más antiguos de los autobuses de dos pisos de Londres.

Londres, Covent Garden.
Londres, Covent Garden.
Al salir del museo dimos una vuelta por Covent Garden, ya que el museo se encuentra aquí, una de las zonas más fascinantes de Londres, donde los artistas o músicos callejeros mantienen ese ambiente alegre que impera en ella, una de esas zonas que cambia depende de la hora del día o la época del año, otro de los imprescindibles de la ciudad, un barrio especial.

Londres, Covent Garden.
Mercado cubierto de Covent Garden.
Recorrer las tiendas de moda de Floral Street, los pequeños puestos de los maestros artesanos de la superficie comercial cubierta, disfrutar de un café en cualquiera de los múltiples locales, o quedar impresionados ante alguna actuación callejera son las "actividades" más comunes aquí.

Londres, Covent Garden.
Covent Garden.

6 Comments:

Maleta para tres said...

Amamos Londres, hemos estado tanto en pareja, como en familia. Leyendo el post nos hemos dado cuenta de que la primera vez que visitamos Londres, entramos casi sin querer en Los Muelles de Santa Catalina, y lo curioso es que no sabíamos como se llamaban hasta que te hemos leído jeje. Por otra, aun tenemos pendiente entrar en el Tower Bridge. Habíamos leído algo del Museo del Transporte, pero nunca le dimos importancia, veo que estábamos en un error. Tiene un pinta muy buena, nos lo apuntamos para una tercera visita. Vemos que aprovechasteis muy bien las London Pass. ¿Valen la pena?¿Se ahorra mucho? Un saludo :)

Los Viajes de Héctor said...

Si te haces un planing y vas un poco a piñón 2 o 3 días, sí que merece la pena.También si vas a estar 10 días y quieres visitarlo todo, ya que, cuantos más días, más económico sale aunque sea más caro (imagino que me explico, ¿no?).

Si eres de ir despacio, a tu aire, igual no es tan rentable.

María José Morón said...

Qué bien me va a venir este post!! En un mes estaremos de nuevo en Londres. Fuimos hace muchísimos años y desde entonces han cambiado muchos las cosas, sobre todo, las que visitar. Nos gustaría conocer esas zonas nuevas y menos desconocidas que recomiendas. Muchas gracias por compartir!

María José Morón said...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Jordi said...

Siempre digo que una de las ventajas de comprar las tarjetas turísticas es que acabas entrando en museos y lugares que probablemente no visitarias por no pagar la entrada. Está ventaja es tan importante como la que tienes con los descuentos. Por ejemplo, yo jamás he subido al puente de la Torre y tampoco he ido a barco este, el Belfast. Quedará para otra ocasión, porque me encantan los barcos históricos.

Los Viajes de Héctor said...

Marïa José, te invito pues a leer los anteriores y los siguientes relatos, cada semana publicaré uno.

Jordi, el Puente de la Torre, quizás sea algo prescindible, pero el Belfast merece mucho la pena.